domingo, 17 de marzo de 2024

LA SENTENCIA DE PILATOS CONTRA CRISTO. LUNES DE LA V SEMANA DE CUARESMA

 


LA SENTENCIA DE PILATOS CONTRA CRISTO

LUNES DE LA V SEMANA DE CUARESMA

 

MEDITACIONES SOBRE  LA PASIÓN DEL SEÑOR

PARA CADA DÍA DE LA CUARESMA

DE LA OBRA “VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO

SACADA DE LOS CUATRO EVANGELISTAS

Y DISTRIBUIDA EN MATERIA DE MEDITACIÓN

PARA TODOS LOS DÍAS” DEL P. NICOLÁS AVANCINI, DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS.

 

ORACIÓN PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:

  

 “Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorisísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.

    Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”

 

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.

 

LUNES DE LA V SEMANA DE CUARESMA

LA SENTENCIA DE PILATOS CONTRA CRISTO

 

1.- Y dice Pilatos a los judíos: Veis aquí a vuestro rey. Mas ellos clamaban diciendo: Quita, quítanosle de delante: Crucifícale (1). Amortíguase del todo una fría defensa, porque aún admite los clamores populares, y les da oídos. No te defiendes bien de una pasión, si la atiendes y oyes. Siempre te voceará que no asienta a lo mejor, sino a lo de más conveniencia. Tú reconoce por rey al que ellos claman que se le quite de delante. Dale tu corazón por solio: ruégale que impere en él como tal.

2.- Díceles Pilatos: ¿A vuestro rey he de crucificar? Respondieron los pontífices: No tenemos otro rey sino el César (2). ¡Oh ceguedad! Reconocen por rey al César: a aquel por quien eran despojados de su libertad; mas a Cristo que venía a establecerlos en la libertad verdadera, le desechan. ¡Cuántas veces adoras tú al tirano de tu alma, y desprecias a Cristo! ¡Oyes como mandatos sus sugestiones, y los de Este los menosprecias! Di con más razón: No tengo más rey que a Jesucristo.

3.- Entonces, pues, se lo entregó para que fuese crucificado (3). Considera lo 1º: la injusticia de la sentencia; pues tantas veces el juez le reconoció inocente, y con lodo esto le condena. 2º. Cruel; porque como dice san Lucas (4), se lo entregó a su voluntad, esto es, de unos furiosos y capitales enemigos. 3º. Considera que Jesucristo admitió esta sentencia, no como decretada por el presidente, sino dada por su eterno Padre, para la salud del mundo. Aprenderé de aquí a entregarme con gusto a la voluntad de Dios, que con tanta prontitud se entregó a la voluntad de ellos.

 

(1) Joan., 19.  (2) Ibid.  (3) Ibid.  (4) Luc., 23.

 

ORACIÓN PARA FINALIZAR  TODOS LOS DÍAS:

 

INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS EN SU PASIÓN.

Santa Margarita María de Alacoque

 

Humildemente postrado al pie de tu Santa Cruz, te diré con frecuencia, divino Salvador mío, para mover las entrañas de tu misericordia a perdonarme.

¾   Jesús, desconocido y despreciado, R/. Ten piedad de mí.

¾   Jesús, calumniado y perseguido.

¾   Jesús, abandonado de los hombres y tentado.

¾   Jesús, entregado y vendido a vil precio.

¾   Jesús, vituperado, acusado y condenado injustamente.

¾   Jesús, vestido con una túnica de oprobio y de ignominia.

¾   Jesús, abofeteado y burlado.

¾   Jesús, arrastrado con la soga al cuello.

¾   Jesús, azotado hasta la sangre.

¾   Jesús, pospuesto a Barrabas.

¾   Jesús, coronado de espinas y saludado por irrisión.

¾   Jesús, cargado con la Cruz y las maldiciones del pueblo.

¾   Jesús, triste hasta la muerte.

¾   Jesús, pendiente de un infame leño en compañía de dos ladrones.

¾   Jesús, anonadado y confundido delante de los hombres.

¾   Jesús, abrumado de toda clase de dolores.

 

¡Oh Buen Jesús! que has querido sufrir una infinidad de oprobios y de humillaciones por mi amor, imprime poderosamente su estima en mi corazón, y hazme desear su práctica.

 

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

***

¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

***

Ave María Purísima, sin pecado concebida.