DÍA 5.
LA COFRADÍA DEL ROSARIO
MES DE OCTUBRE EN HONOR A LA SANTÍSIMA VIRGEN,
REINA DEL SANTO ROSARIO
wOraciones para comenzar todos los días:
+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Poniéndonos en la presencia de Dios, saludemos a la Virgen María con el saludo del Arcángel San Gabriel, sabiendo que al alabar a la Virgen, glorificamos a la Santísima Trinidad:
1.-Dios te Salve, María Santísima, Hija de Dios Padre, Virgen Purísima antes del parto en tus manos ponemos nuestra fe para que la ilumines, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén
2.-Dios te Salve, María Santísima, Madre de Dios Hijo, Virgen Purísima en el parto, en tus manos ponemos nuestra esperanza para que la alientes, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén
3.-Dios te Salve, María Santísima, esposa de Dios Espíritu Santo, Virgen Purísima después del parto, en tus manos ponemos nuestra caridad para que la inflames, nuestros dones y carismas para que los perfecciones y todas nuestras necesidades para que las remedies, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén
4.-Dios te Salve, María Santísima, Templo, Trono y Sagrario de la Santísima Trinidad, Virgen concebida sin la culpa Original. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.
w Consideración diaria.
DÍA 5.
LA COFRADÍA DEL ROSARIO
Del libro “El secreto admirable del Rosario”
de San Luis María Grignion de Montfort
Desde tiempos de santo Domingo existe la Cofradía del Rosario. Esta Cofradía fue fundada principalmente para estimular a muchos cristianos, unidos entre sí por la caridad fraterna, a que alaben a la Bienaventurada Virgen María mediante el Rosario, práctica piadosísima de la cual recibe su nombre la Cofradía, y obtengan con su oración unánime la protección de la misma Señora: tal y como la define el Papa León XIII.
Con relación al fervor de las distintas personas que lo practican hay tres clases de miembros, a saber: el Rosario común u ordinario, el Rosario perpetuo y el Rosario cotidiano. La Cofradía del Rosario ordinario sólo exige que se rece una vez por semana, y la del Rosario perpetuo, una vez al año; pero la del Rosario cotidiano exige rezarlo entero -es decir, las 150 avemarías- diariamente. Ninguno de estos Rosarios implica obligación bajo pecado, ni aun venial; porque la promesa de rezarlo es completamente voluntaria y de supererogación; pero no debe alistarse en la Cofradía quien no tenga voluntad de cumplir esa promesa, según lo exige la Cofradía, siempre que pueda sin faltar a las obligaciones de su estado. Así, cuando el rezo del Rosario coincida con una acción que por nuestro estado es obligatoria, debe preferirse esta acción al Rosario por santo que sea. Cuando en la enfermedad no pueda rezarse en todo ni en parte sin exacerbar el padecimiento, no obliga. Cuando por legítima obediencia, olvido involuntario o necesidad apremiante no ha podido rezarse, no hay ningún pecado, ni aun venial; y no deja por eso de participarse de las gracias y méritos de los otros hermanos y hermanas que lo rezan en todo el mundo.
Cristianos: si faltáis a este rezo por pura negligencia, sin ningún motivo formal, absolutamente hablando tampoco pecáis, pero perdéis la participación en las oraciones, buenas obras y méritos de la Cofradía, y, por vuestra infidelidad en cosas pequeñas y de supererogación, caeréis insensiblemente en la infidelidad a las cosas grandes y de obligación esencial.
wOración para terminar todos los días:
Infinitas gracias te damos, Soberana princesa, por los beneficios que todos los días recibimos de tus liberales manos. Dígnate, ahora y siempre, tomarnos bajo tu poderoso amparo. Y para más obligarte a ello, te saludamos diciendo:
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.
Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.
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¡Querido hermano, no dejes de honrar en este día a la Santísima Virgen con el rezo del santo Rosario! Si te ha gustado esta meditación, compártelo con tus familiares y amigos.
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Ave María Purísima, sin pecado concebida.
Para rezar el rosario
Misterios gozosos (lunes y jueves) https://youtu.be/CAgyK7cQ3zQ
Misterios dolorosos (martes y viernes) https://youtu.be/94aYZr6Rbqo
Misterios gloriosos (miércoles, sábado y domingo) https://youtu.be/2kIWhrSCwKQ
Si se rezan los luminosos, se hacen los jueves: https://youtu.be/1kh4RWLIYBc