MEDITACIÓN SOBRE SANTA MARÍA MAGDALENA
San Juan Bautista de la Salle
22
de julio
Nunca
se admirará bastante el tierno amor profesado por santa María Magdalena a
Jesucristo. Atraída por sus milagros y sus predicaciones, en extremo
conmovedoras, dejó el mundo, en el que vivía enredada, y se dio por entero a
Jesucristo.
Nada
pudo detenerla: ni el respeto humano, al pensar lo que cambio tan decisivo
daría que hablar; ni el apego a los placeres y comodidades de la vida; ni el
pundonor mundano - ya que Jesucristo era seguido casi exclusivamente por
personas de la hez del pueblo -.
Y
se determinó a seguirle de modo tan resuelto que, al decidirlo, renunció
también, por amor de Jesús, a todas las cosas, y se sobrepuso a todas esas
consideraciones humanas.
Ya
que os retirasteis del mundo, ¿habéis renunciado a él vosotros de tal manera,
que en absoluto os abstengáis de pensar en él? ¿Sentís verdadero hastío de
cuanto deleita a los mundanos, y vivís libres de todo apego a las criaturas?
El
amor a Jesucristo había penetrado de tal modo en el corazón de la Magdalena,
que resolvió no apartarse jamás de El, desde el instante en que se convirtió.
Fue
una de " las santas mujeres que acompañaban a Jesús en todas sus
correrías, y se ocupaban de su sustento y el de sus discípulos " (1).
Durante
un festín celebrado en Betania, en el que - pocos días antes de su muerte -
Jesús tomaba parte; " derramó sobre sus pies un bálsamo oloroso "
(2). Y " de acompañó después al Calvario - donde le vio morir " (3)
- para atestiguar que era tanto su amor a Jesucristo que no le permitía
separarse de Él.
¿Sois
fieles en seguir a Jesucristo, lo mismo cuando es ocasión para vosotros de
padecer que cuando os colma de sus bendiciones? ¡Ay! ¿No es cierto que apenas
os dicen algo que os molesta o, en cuanto os reprenden, mostráis resentimiento?
En estas ocasiones debéis probar que seguís a Jesucristo y contáis entre sus
discípulos
El
amor fervoroso es más fuerte aún que la muerte (4). Así se mostró el de
santa Magdalena. Tan grande fue este amor, que, " una vez sepultado
Jesucristo, permaneció ella al lado del sepulcro ". Y, comprados aromas en
mucha cantidad para embalsamar el cuerpo de Jesús, volvió muy de madrugada al
monumento, el día de la Resurrección, con otras santas mujeres " (5).
"
Al comprobar cómo habían removido la piedra que lo cerraba, corrió a decir a
san Pedro y a san Juan que se habían llevado a su Señor " (6). Y, como le
amaba tiernamente, " permaneció muy cerca del sepulcro, llorando y mirando
en derredor suyo, hasta ver a dos ángeles, los cuales le aseguraron que
Jesucristo había resucitado"(7).
Por
la asiduidad de esta Santa en permanecer junto a la sepultura de Jesucristo,
mereció ser la primera a quien El apareció resucitado (8). Luego de
consolarla, ale dio orden de anunciar a los Apóstoles la Resurrección; y así
lo hizo ella inmediatamente " (9).
Por
las finezas que prodigó a santa María Magdalena, mostró a las claras
Jesucristo cuán bueno es Dios con los que le aman, y con cuánto afecto
recompensa, ya en esta vida, el amor que se le tiene.
Vosotros
debéis probar el amor encendido que profesáis a Jesús, por la asiduidad en
hablar con Él durante la oración, y por la presteza en recibirle lo más a
menudo posible en la Eucaristía.