viernes, 27 de abril de 2018

EL ROSARIO DE HOY CON LA BEATA MARÍA ANTONIA BANDRÉS




Santo Rosario.
Por la señal... 
Monición inicial: Se hace hoy memoria de la beata María Antonia Bandrés y Elósegui, virgen de la Congregación de Hijas de Jesús, que concluyó en breve tiempo su vida consagrada a Dios, con ánimo sereno y sin descorazonarse. Con algunos de sus pensamientos meditamos el rosario de hoy.
Señor mío Jesucristo... 
MISTERIOS DOLOROSOS
1. La Oración de Jesús en el Huerto
“Es preciso vayamos siguiendo el ejemplo del Crucificado, armándonos con la cruz para que, peleando como verdaderos soldados de Cristo, contra el mundo, el demonio y la carne, resucitemos gloriosos en la celestial Jerusalén.”
2. La flagelación de Jesús atado a la columna.
“Unidos todos en el Corazón de Jesús y bajo el mando de María Inmaculada, sacrifiquémonos valientes, pasemos el Calvario de esta vida miserable para llegar al Tabor feliz, en el cual Dios no permita estemos ninguno separados”.”
3. La coronación de espinas
“Como esta no es la vida verdaderamente feliz, sino, por el contrario, la muy espinosa y sacrificada, hemos de estar siempre dispuestos y esperando que la cruz nos visite, y ¡dichosos de nosotros si sabemos con generosidad abrazarnos a ella!, pues algún día ha de abrirnos las puertas de la gloria, donde nos abrazaremos para no separarnos jamás.”
4. Nuestro Señor con la cruz a cuestas camino del Calvario
“Yo me abrazo a la cruz, asida del manto de mi Madre, y me ofrezco a la humillación, al sacrificio, a cuanto queráis, con tal que no me falte vuestro amor y gracia. Quiero ser tu esclavita… Desde el amanecer, cuando me deje en manos de la Santísima Virgen ofreciéndome para la cruz o cruces del día, diré: Madre querida, haz que no desperdicie ni un segundo siquiera y que en este día me dé de lleno a mi santificación y arrepentimiento.”
5. La crucifixión y muerte del Señor
“Cada día son mayores los desengaños de esta vida, a la que estamos tan apegados; procuremos de una vez unirnos enteramente al crucificado y entregarle nuestra voluntad, no queriendo otra cosa que lo que Él quiera y disponga. ¡Qué dulce es sufrir con Jesús! Es verdad que cuesta mucho; pero no temamos, que Jesús será nuestra fortaleza. ¡Ánimo!.”