lunes, 2 de junio de 2025

DIA 3. AMOR INGENIOSO. MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

DÍA TERCERO

El amor de Jesucristo es ingenioso

 

MES DE JUNIO

EN HONOR AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

CON SANTA MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE

 

ORACIÓN PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:

 

OFRECIMIENTO AL PADRE ETERNO.

Oración de Santa Margarita María Alacoque

 

Padre eterno, permitid  que os  ofrezca el Corazón de Jesucristo,  vuestro  Hijo muy  amado, como se ofrece Él mismo, a Vos  en sacrificio. Recibid  esta ofrenda por mí, así como por todos los deseos, sentimientos, afectos  y actos de este Sagrado Corazón. Todos son  míos, pues Él se inmola por mí,  y yo no quiero tener en adelante otros deseos que los suyos. Recibidlos para concederme por  sus méritos todas las gracias que me son necesarias, sobre todo la gracia de la perseverancia  final. Recibidlos como otros tantos actos de amor, de adoración y alabanza que ofrezco a vuestra  Divina Majestad, pues por el Corazón de Jesús sois dignamente honrado y glorificado. Amén.

 

Se meditan los textos dispuestos para cada día.

DÍA TERCERO

El amor de Jesucristo es ingenioso

 

MEDITACIÓN

El preludio y petición como en el primer día.

Punto primero El amor de Jesucristo es ingenioso hasta agotar, por decirlo así, los tesoros de su sabiduría, para comunicarlos a sus criaturas. Solo el amor y el amor de un Dios, pudo obrar tales maravillas ¡Ay! ¡Cuándo llegaremos a convencernos, de que sólo dejándole reinar a Él, reinaremos verdaderamente nosotros!

Corazón deifico de Jesús ¡qué misteriosos son tus caminos! El reino de tu amor se ha de establecer sobre la ruina del nuestro. Reinad pues y sea glorificado en nuestra propia destrucción. Cuando dejamos libertad al Corazón de Jesús para que reduzca nuestras potencias a la nada, entonces las vuelve a su origen, que es Dios y en esa nada obra con libertad.

¡Ay! ¡Qué hermoso es amar sin entender ese mismo amor, qué grande es sentir al amado, sin darse cuenta de cómo y qué glorioso es para Jesús reinar en un corazón, que olvidado de todo y de sí mismo, ignora también que le glorifica a Él y entonces su amor es infinito; su unión indisoluble y la gloria que da a Dios, es infinita también; puesto que es la misma gloria que se da Él a sí mismo!

Punto segundo. Veamos cómo se presenta el deifico Corazón a nuestra adoración: llagado, coronado de espinas, abrasado en llamas de caridad y teniendo sobre sí como trofeo, la cruz donde su amor le glorifica en el dolor, estas insignias sólo significan amor y si la justicia del Padre así le puso para. quedar satisfecho, escogió para su ejecución el verdugo más cruel que haber pudiera, encargando esta obra al amor. Pero ¿qué son estas señales exteriores, cuyo símbolo son las primeras? ¿No es cierto Corazón divino, qué si de espinas estáis rodeado, no es cierto que hay otras espinas que en lo más interior de vuestro corazón os punzan, hieren y taladran? ¿Y qué son esas llamas exteriores sino una débil expresión de lo que vuestro Corazón encierra; llamas que no pudiendo contenerse sueltas, se abrieron paso hacia fuera obrando en vuestro Corazón intenso dolor, gozo sumo y amor incomprensible, todo junto y todo en un grado incalificable, porque es infinito?  Y si descansáis en una cruz, otra más dura y más penosa os ofrecemos nosotros, con la dureza de nuestros corazones y nuestra tardanza en amaros. Reinad ya para siempre en ellos, que se abrasen, se consuman y se anonaden en el piélago de vuestro incomprensible amor.

 

Jaculatoria. Triunfa, Corazón Sagrado, triunfa de nuestros corazones.

 

Aspiración de amor al Sagrado Corazón

¡Oh Corazón vivo y abrasado de amor! oh Santuario de la divinidad, templo de la majestad soberana, altar de la caridad divina, Corazón que os abrasáis de amor por Dios y por mí, yo os adoro, yo os amo, yo me confundo de amor y de respeto en vuestra presencia. Yo me uno a vuestras santas intenciones; yo quiero, sí, yo quiero abrasarme en vuestros ardores y vivir de vuestra vida. ¡Cuánto gozo al veros dichoso y contento! ¡Cuánta parte tomo en vuestras gracias, en vuestros dolores y en vuestra gloria! Por esto, sin duda, mi corazón quisiera sufrir y morir ¡antes que desagradaros! ¡Oh corazón mío, es preciso que no obres, sino por los impulsos del Corazón de Jesús, es preciso que en su presencia muera silenciosamente todo lo que es natural o humano!

¡Oh Corazón divino! yo me uno a Vos y me pierdo en Vos. Así toda mi ocupación será mantenerme en silencio y con respeto, anonadada delante de Vos, como una lámpara ardiente que se consume delante del Santísimo Sacramento ¡Amar, sufrir y morir! Amen».

 

PARA FINALIZAR

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Santa Margarita María de Alacoque, ruega por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

 

***

¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

***

Ave María Purísima, sin pecado concebida.