DÍA SEGUNDO
La caridad del Corazón de Jesús es infinita
MES DE JUNIO
EN HONOR AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
CON SANTA MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE
ORACIÓN PARA COMENZAR
TODOS LOS DÍAS:
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:
OFRECIMIENTO AL PADRE ETERNO.
Oración de Santa Margarita María Alacoque
Padre eterno, permitid que os ofrezca el Corazón de Jesucristo, vuestro Hijo muy amado, como se ofrece Él mismo, a Vos en sacrificio. Recibid esta ofrenda por mí, así como por todos los deseos, sentimientos, afectos y actos de este Sagrado Corazón. Todos son míos, pues Él se inmola por mí, y yo no quiero tener en adelante otros deseos que los suyos. Recibidlos para concederme por sus méritos todas las gracias que me son necesarias, sobre todo la gracia de la perseverancia final. Recibidlos como otros tantos actos de amor, de adoración y alabanza que ofrezco a vuestra Divina Majestad, pues por el Corazón de Jesús sois dignamente honrado y glorificado. Amén.
Se meditan los textos dispuestos para cada día.
DIA SEGUNDO
La caridad del Corazón de Jesús es infinita
MEDITACIÓN
Punto primero. La caridad del Corazón de Jesús es infinita como su mismo ser; en ella abraza a todos los hombres, que por su parte cumplen en Él su obra crucificante; y esa cruz es el amor, y el que le crucifica mística y aun realmente, es el mismo amor. En efecto, una de sus tendencias más marcadas, es la de comunicarse y derramar en las almas lo que en Él sobreabunda. ¡Oh Corazón deifico! dime cuáles son esos secretos inexplicables y misteriosos que tan amorosamente te tiranizan ¡Ah! Es el encendido amor, que rechazado por las almas vuelve con más fuerza a su origen, llagando profundamente el manantial de donde brotaron. Es que el Corazón de Jesús es el Corazón vivificador del cuerpo místico de la Iglesia, por medio de su infinito amor. Déjame pues, Corazón amante, déjame empaparme en esa sangre que se forma en Ti y que brota por doquiera purificando, santificando y abrasando en amoroso amor, como tú te abrasas en doloroso amor. Déjame participar de ese padecer que te oprime por no hallar correspondencia, para que sufriendo contigo, alivie algún tanto tu sufrir.
¡Oh si entendiera el mundo ingrato que tu tendencia más marcada es la de comunicarte a las almas por amor, ¡qué fielmente correspondería! Inunda Corazón santo, en las corrientes de esa luz a todas las almas. ¡Así conocerán! ¡así corresponderán!
Punto segundo El amor triunfa ¿cómo? En el dolor testigo de esas llamas, símbolo de la victoria de amor que alcanzan sobre las almas; llamas que abrasan en el padecer y le oprimen en el gozar. El amor goza ¿de qué modo? en sus trabajos, aún gloriase en su corona de espinas. El amor se regocija en el triunfo y gozo, conseguido por sí mismo, cimentado en el dolor ¡Oh Corazón amorosamente dolorido y dolorosamente amante! Triunfa, goza, regocíjate en el mío. Triunfa por mi destrucción, goza en mi dolor, regocíjate en amarte en mí, por Ti mismo.
Jaculatoria. Corazón deífico de Jesús, trasforma mi nada en tu todo.
Consagración al Sagrado Corazón de Nuestro Señor Jesucristo, para ser recitada en público
¡Oh Señor! Jesús santo y dulce amor de nuestras almas, que habéis prometido, que donde se reúnan dos o tres en vuestro nombre, allí estaréis Vos en medio de ellos. Ved aquí, oh amable y dulce Jesús, nuestros corazones unidos con la intención de adorar, alabar, amar, bendecir y agradar al vuestro, santo y sagrado; al cual dedicamos juntos y consagramos los nuestros para el tiempo y para la eternidad, renunciando para siempre a todo otro amor, o afecto, que no sea el amor y el afecto de vuestro Corazón adorable, deseando que todos los deseos y aspiraciones de los nuestros estén siempre conformes con los del vuestro, al que deseamos contentar hasta donde alcance nuestra capacidad. Mas como nada podemos por nosotros mismos, os suplicamos, oh adorable Jesús, por la bondad infinita de vuestro Corazón, que sostengáis y confirméis los nuestros en la resolución que les dais de amaros y serviros, a fin de que nada nos aparte o desuna de Vos, antes al contrario, que siendo fieles y constantes en este propósito, sacrifiquemos al amor de vuestro Sagrado Corazón todas las vanas complacencias de los nuestros y todo lo que pueda arrastrarlos en pos de las cosas de aquí abajo, donde confesamos que todo es vanidad y aflicción de espíritu fuera de amaros y serviros a Vos solo, Divino y amable Salvador mío Jesucristo, sed bendito y glorificado eternamente.
PARA FINALIZAR
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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.
Santa Margarita María de Alacoque, ruega por nosotros.
Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.
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¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!
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Ave María Purísima, sin pecado concebida.