VIERNES
DE TÉMPORAS EN LA OCTAVA DE PENTECOSTÉS
Rito Romano 1962
EVANGELIO
Continuación del Santo Evangelio según San Lucas
Lc 5, 17-26
En aquel tiempo: Un día estaba él enseñando, y estaban sentados unos fariseos
y maestros de la ley, venidos de todas las aldeas de Galilea, Judea y Jerusalén.
Y el poder del Señor estaba con él para realizar curaciones. En esto, llegaron unos
hombres que traían en una camilla a un hombre paralítico y trataban de introducirlo
y colocarlo delante de él. No encontrando por donde introducirlo a causa del gentío,
subieron a la azotea, lo descolgaron con la camilla a través de las tejas, y lo
pusieron en medio, delante de Jesús. Él, viendo la fe de ellos, dijo: «Hombre, tus
pecados están perdonados». Entonces se pusieron a pensar los escribas y los fariseos:
«¿Quién es este que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino solo Dios?».
Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, respondió y les dijo: «¿Qué estáis pensando
en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: “Tus pecados te son perdonados”,
o decir: “Levántate y echa a andar”? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre
tiene poder en la tierra para perdonar pecados —dijo al paralítico—: “A ti te lo
digo, ponte en pie, toma tu camilla y vete a tu casa”». Y, al punto, levantándose
a la vista de ellos, tomó la camilla donde había estado tendido y se marchó a su
casa dando gloria a Dios. El asombro se apoderó de todos y daban gloria a Dios.
Y, llenos de temor, decían: «Hoy hemos visto maravillas».
TEXTOS DE LA MISA Viernes de las Témporas de Pentecostés
COMENTARIOS
APRENDE, TÚ QUE JUZGAS, A PERDONAR; APRENDE, TU QUE ESTÁS ENFERMO, A IMPETRAR. San Ambrosio
DESCENSO Y PERMANENCIA DEL ESPÍRITU SANTO Santo Tomás de Aquino
PARA QUE SEPÁIS QUE EL HIJO DEL HOMBRE TIENE POTESTAD EN LA TIERRA DE PERDONAR PECADOS. CATENA AUREA DE SANTO TOMÁS DE AQUINO
OFRECEN A CRISTO UN PARALÍTICO.
SANA CRISTO EL MISMO PARALÍTICO.
- BENEDICTO XVI RECONOCER EL ROSTRO DE CRISTO
EL ESPÍRITU SANTO PREPARA EL ALMA PARA LA CONTRICIÓN. Dom Gueranger
LA EXCELENCIA DE LA DEVOCIÓN AL CORAZÓN DE JESÚS. Homilía
EL ESPÍRITU SANTO ADORNA NUESTRAS ALMAS. Homilía
QUE EL ESPÍRITU SANTO ENDERECE LO QUE ESTÁ TORCIDO EN NUESTRA VIDA. Homilía
LA ACCIÓN DEL ESPÍRITU SANTO Y LOS OBSTÁCULOS A SU ACCIÓN. Homilía