DÍA QUINTO
El Corazón de Jesús abismo de todos los bienes
MES DE JUNIO
EN HONOR AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
CON SANTA MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE
ORACIÓN PARA COMENZAR
TODOS LOS DÍAS:
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:
OFRECIMIENTO AL PADRE ETERNO.
Oración de Santa Margarita María Alacoque
Padre eterno, permitid que os ofrezca el Corazón de Jesucristo, vuestro Hijo muy amado, como se ofrece Él mismo, a Vos en sacrificio. Recibid esta ofrenda por mí, así como por todos los deseos, sentimientos, afectos y actos de este Sagrado Corazón. Todos son míos, pues Él se inmola por mí, y yo no quiero tener en adelante otros deseos que los suyos. Recibidlos para concederme por sus méritos todas las gracias que me son necesarias, sobre todo la gracia de la perseverancia final. Recibidlos como otros tantos actos de amor, de adoración y alabanza que ofrezco a vuestra Divina Majestad, pues por el Corazón de Jesús sois dignamente honrado y glorificado. Amén.
Se meditan los textos dispuestos para cada día.
DÍA QUINTO
El Corazón de Jesús abismo de todos los bienes
MEDITACIÓN
Punto Primero El Corazón deifico de Jesús, se nos presenta hoy como un abismo de todos los bienes, como un piélago infinito de amor y cual fuente inagotable de misericordia. ¡Ay! es que bien sabía Él, que mientras nuestro corazón no se refundiese y se abismase en su Ser, no gozaría de ningún quien; y mientras no se perdiese en ese amor, no amaría sinceramente y hasta que sólo bebiese en las aguas de su misericordia, no quedaría justificado. Y ¡qué profundos e inescrutables son los abismos de vuestro Corazón, oh amantísimo Jesús!
¿Qué criatura osará penetrar en ellos, Sin quedar agobiada por su infinita incomprensibilidad? ¡Ah! no lo olvidemos, son abismos de un Corazón, que es todo amor, y el amor es de suyo incomprensible y mil veces incomprensible el de un Dios, cuya esencia es «ser el que es». Y ¿cómo podrá la nada comprender el todo? Imposible, hay sin embargo un recurso para conocer y sentir algo de ese todo y es, el abismarse en medida en ese todo incomprensible.
Punto segundo. La amante del Corazón deífico, la Beata Margarita Alacoque, no enseña ella misma, la ciencia misteriosa y oculta que antecede «Me parece dice, que no soy como una gotita de agua, perdida en el océano del Sagrado Corazón de nuestro divino Maestro» ¡Qué enseñanzas! ¡Una gota de agua! ¿Puede haber cosa más insignificante? y esa, perdida en un océano insondable ¡que inmensidad de grandeza, y de pequeñez! ¡y qué pequeñez tan grande, la que se hace una misma cosa en ese mar sin medida! ¡Oh Corazón amante, Corazón inagotable en amar, e insaciable en sufrir! cierto que las aguas amargas de vuestras tribulaciones no han sido suficientes, para apagar las llamas de vuestra encendida caridad, antes por un arcano de vuestra omnipotencia le han servido de combustible; dejadme que me anegue en ellas aun a trueque de gustar toda su amargura; pero dejadme también abrasarme en esas llamas, en que ardéis sin consumiros, pues si es propio de la criatura, consumirse y desaparecer en ellas, digno es también de Vos, abrasarse sin consumirse, alimentando la vida con tormentos, que pudieran causar la muerte!
Jaculatoria. En vuestro Corazón, ¡oh amantísimo Jesús! duermo sin cuidado y descanso sin inquietud.
Adoraciones y ruegos al Sagrado Corazón de Jesús
Yo os saludo, Corazón de mi Jesús, salvadme.
Yo os saludo, Corazón de mi Criador, perfeccionadme.
Yo os saludo, Corazón de mi Salvador, rescatadme.
Yo os saludo, Corazón de mi Juez, perdonadme.
Yo os saludo, Corazón de mi Padre, gobernadme.
Yo os saludo, Corazón de mi Esposo, amadme.
Yo os saludo, Corazón de mi Maestro, enseñadme.
Yo os saludo, Corazón de mi Bienhechor, enriquecedme.
Yo os saludo, Corazón de mi Pastor, guardadme.
Yo os saludo, Corazón de mi Hermano, permaneced conmigo.
Yo os saludo, Corazón de incomparable bondad, perdonadme.
Yo os saludo, Corazón todo amable, abrasadme.
¡Oh, Jesús mío y mi Soberano bien! yo os amo, no por las recompensas prometidas a los que os aman, sino puramente por el amor de Vos mismo, que os debo.
Yo os amo sobre todo cuanto hay amable, sobre todos los placeres y en fin , sobre mí misma y todo lo que hay fuera de Vos, protestando ante el cielo y la tierra, que quiero vivir y morir en vuestro puro amor, y que aunque para vivir amándoos de esta suerte, tenga que ser perseguida, atormentada y aun sufrir la muerte, estoy contenta, y diré siempre con San Pablo: << No hay criatura alguna que me pueda separar de la caridad del Corazón de Nuestro Señor Jesucristo, al cual amo y quiero amar eternamente». Así sea.
PARA FINALIZAR
***
Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.
Santa Margarita María de Alacoque, ruega por nosotros.
Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.
***
¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!
***
Ave María Purísima, sin pecado concebida.