viernes, 13 de junio de 2025

14 de junio. MAESTRO DE LA VERDADERA VIRTUD. MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

DÍA DECIMOCUARTO

El Corazón de Jesús, maestro de la verdadera virtud

 

MES DE JUNIO

EN HONOR AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

CON SANTA MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE

 

ORACIÓN PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:

 

OFRECIMIENTO AL PADRE ETERNO.

Oración de Santa Margarita María Alacoque

 

Padre eterno, permitid  que os  ofrezca el Corazón de Jesucristo,  vuestro  Hijo muy  amado, como se ofrece Él mismo, a Vos  en sacrificio. Recibid  esta ofrenda por mí, así como por todos los deseos, sentimientos, afectos  y actos de este Sagrado Corazón. Todos son  míos, pues Él se inmola por mí,  y yo no quiero tener en adelante otros deseos que los suyos. Recibidlos para concederme por  sus méritos todas las gracias que me son necesarias, sobre todo la gracia de la perseverancia  final. Recibidlos como otros tantos actos de amor, de adoración y alabanza que ofrezco a vuestra  Divina Majestad, pues por el Corazón de Jesús sois dignamente honrado y glorificado. Amén.

 

Se meditan los textos dispuestos para cada día.

 

DÍA DECIMOCUARTO

El Corazón de Jesús, maestro de la verdadera virtud

 

MEDITACIÓN

Punto Primero. El Corazón deifico de Jesús, se nos muestra hoy como el único y verdadero maestro, que nos enseñará la ciencia verdadera de la virtud. En efecto, ¿qué enseñanzas no nos da ese amante Corazón en todas las condiciones y consecuencias de la vida?

¡Ay! ciertamente que, en esa divina escuela, mucho se puede aprender y el que más amase, más perfectamente habría aprendido su doctrina. Una de las más elocuentes en su oscuridad, es la humildad de ese divino Corazón ¡Humilde, el que es manantial de todos los bienes y que se iguala en poder, en sabiduría y en bondad con el Padre!

¡Ay! ciertamente que sí, el Corazón de Jesús agradece al Verbo divino la elevación a que ha querido sublimarle reconociendo a sí mismo, que sólo por aquella persona adorable y divina le han venido tantos bienes y éstos incapaces son de apartarle del conocimiento, de lo que por sí mismo es la naturaleza humana, quedando por efecto de este conocimiento, anonadado ¡Qué incomprensibles son los secretos y los ejemplos del Corazón divino de Jesús! Ante ellos, ¿rebuscarás, siendo nada, reconocer tu propia nada? ¿Querrás atribuirte algo, siendo la humildad del Corazón de un Dios?

Punto Segundo. Un día, descubriendo nuestro Señor a la Beata Margarita María de Alacoque su Corazón amoroso, le dirigió estas palabras: «Este es el maestro que te doy; Él te enseñará cuanto has de hacer por mi amor». Oigamos ahora a la misma Beata, lo que le enseñó este divino Maestro: «El Corazón adorable de Jesús dice, pide de sus amigos a fuerza en la intención, la humildad en la obra y la unidad en la pretensión» ¡Cortas palabras que encierran en sí mismas toda la perfección! Pureza en la intención ¡cuán meritorias serían nuestras obras delante de Dios si fuesen acompañadas siempre de esta virtud! Humildad en la obra ¡Qué gratas le serían todas al deifico Corazón de Jesús, si no esperando ni atribuyéndonos cosa alguna, todo lo esperásemos de Él, mediante nuestra humilde cooperación a su gracia, refiriéndole luego la gloria que sólo a Él pertenece! Unidad en la pretensión ¡si así fuera, no mirando ya más que a Dios, sólo a Él encontraríamos en todas nuestras acciones, habría unidad de pensamiento, unidad de afecto y unidad de amor, reinando e imperando el del deifico Corazón! ¡0h Corazón divino! adelanta tu obra en el mío, vive tú y desaparezca yo y que este desaparecer sea el triunfo voluntario y amoroso de vuestro amor.

 

Jaculatoria. Aprenda yo, Jesús mío, cuanto me enseñas, para que sea semejante a Ti.

 

Invocación al Sagrado Corazón de Jesús

¡Oh Corazón Santo, Corazón augusto, dueño de todos los corazones, yo os amo, yo os adoro, yo os alabo, yo os doy gracias y soy toda y para siempre vuestra! ¡Vos sois mi fortaleza, mi apoyo, mi recompensa, mi salvación, mi refugio, mi amor y mi todo!

¡Oh Corazón de amor, manteneos conmigo y en mí, gobernadme, salvadme, cambiadme toda en Vos!

No me rehuséis la humilde condición de hija de vuestro Corazón, en el que deseo morir a mí misma y al pecado, para no vivir sino vuestra vida.

Corazón de mi Jesús, reformad mi infiel corazón; haced que en adelante se una a vuestro amor por el suyo, y esté tan próximo a Vos, como apartado estuvo en lo pasado; puesto que sois su Creador, sed su corona. Así sea.

 

PARA FINALIZAR

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Santa Margarita María de Alacoque, ruega por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

 

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¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

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Ave María Purísima, sin pecado concebida.