jueves, 10 de octubre de 2024

ES CURADO EL CIEGO DE NACIMIENTO. VIERNES DE LA VIGÉSIMA SEMANA DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 


ES CURADO EL CIEGO DE NACIMIENTO.

VIERNES DE LA VIGÉSIMA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 

MEDITACIONES

PARA EL TIEMPO  DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

DE LA OBRA “VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO

SACADA DE LOS CUATRO EVANGELISTAS

Y DISTRIBUIDA EN MATERIA DE MEDITACIÓN

PARA TODOS LOS DÍAS” DEL P. NICOLÁS AVANCINI

 

ORACIÓN PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:

  

 “Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.

    Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”

 

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.

 

VIERNES DE LA VIGÉSIMA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

ES CURADO EL CIEGO DE NACIMIENTO.

 

1.- Vio Jesús un ciego, que lo era desde su nacimiento. Y preguntaron los Discípulos: Maestro, ¿quién pecó? ¿éste o sus padres (1)? Ruperto aquí dice (2): Preguntan hacienda un juicio temerario; y esto es a lo que tú con un débil juicio te inclinas; mas por la mayor parte yerras como éstos. Respondió: Ni pecó éste, ni sus padres; porque los males del cuerpo no se envían sólo por pecados, sino, para que las obras de Dios se manifiesten; y por eso lo dispone así. Pero ¿de dónde proviene mi ceguedad? ¡Oh quiera Dios que sea para que se manifiesten sus obras en mí! Pero ¡ay! Vino sobre mí el fuego de la concupiscencia, y no veo el sol (3).

2.- Escupió en la tierra, y de la saliva hizo lodo, y lo puso sobre Los ojos (4). El lodo puesto en los ojos ciega aún al que tiene vista. ¿Cómo la da a un ciego? Dios algunas veces obra cosas maravillosas por medios del todo opuestos. Por la ceguedad ilumina, por la tentación confirma, por la humillación exalta, etc. Entrégate, pues, a su providencia, negando tu juicio. Lo que parece que daña, lo convertirá en bien.

3.- Ve, y lava eso en la fuente de Siloé (5). Podía responder: Esta virtud no la tienen las aguas, sino que está en Ti: Tú no necesitas de ellas. Si la agua es necesaria, ¿por qué no la que está más cerca? Se reirá la gente de verme así enlodado. Nada de esto replicó, dice san Juan Crisóstomo (6). Solo de esto tuvo cuidado, de obedecer en todo. Y advierte el fruto de la obediencia ciega: Fue, lavóse, y vino con vista. Así nunca queda sin consuelo la ejecución de la voluntad divina, intimada por los superiores.

 

(1) Joan., 9. (2) L. 9 in Joan. (3) Ps., 57. (4) Joan., 9. (5) Ibid. (6) Hom. 25 in Joan.

 

ORACIÓN PARA FINALIZAR

TODOS LOS DÍAS:

Os doy gracias, Dios mío, por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me habéis inspirado en este rato de oración…

Todo os lo ofrezco a vuestra mayor honra y gloria… y os pido gracia eficaz para ponerlos por obra…

¡Oh Padre Eterno! Por Jesús, por María, por José y Teresa de Jesús dadme gracia ahora y siempre para cumplir en todas las cosas vuestra santísima voluntad. Amen."

 

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

 

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¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

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Ave María Purísima, sin pecado concebida.