viernes, 25 de diciembre de 2020

DEL NACIMIENTO DE JESÚS. San Alfonso María de Ligorio

Meditación del Nacimiento de Jesús-Navidad
para rezarla el día de Navidad 25 de diciembre.
MEDITACIONES DE SAN ALFONSO MARÍA DE LIGORIO
Para la octava de Natividad hasta la Epifanía

Meditación I

Del Nacimiento de Jesús

El nacimiento de Jesucristo trajo una alegría general a todo el mundo. El fue aquel Redentor deseado por tantos años y con tantos suspiros; que por esto fue llamado el Deseado de las gentes, y el deseo de los collados eternos.
Héle; ya ha venido, y ha nacido en una pequeña cueva.
Aquel gozo grande, que el ángel anunció a los pastores, hoy lo anuncia también a nosotros, y nos dice: Ecce evangelizo vobis gaudim magnun, gozo que será para todo el pueblo; porque hoy os es nacido el Salvador del mundo.
¡Que gran fiesta se hace en un reino cuando nace al monarca su primogénito! Pues, mayor fiesta debemos hacer nosotros, viendo nacido al Hijo de Dios que ha venido del cielo a visitarnos, movido de las entrañas de su misericordia.
Nosotros estábamos perdidos, y he aquí que Él ha venido a salvarnos: el Pastor ha venido a salvar a sus ovejuelas de la muerte, dando su vida por amor de ellas. 
El Cordero de Dios ha venido a sacrificarse por alcanzarnos la Divina Gracia, y para hacerse nuestro libertador, nuestra vida, nuestra luz, y aún nuestro alimento en el Santísimo Sacramento.
Dice san Agustín, que por esto Jesucristo al nacer quiso ser puesto en el pesebre donde hallaban pasto los animales; para darnos a entender, que Él se hizo hombre a fin de hacerse Él mismo nuestra comida para la eternidad.
Jesús, en efecto, nace todos los días en el Sacramento por medio del sacerdote y de la consagración. El altar es el pesebre, y allí vamos nosotros a alimentarnos de sus carnes. Alguno habrá que desee tener el santo Niño en los brazos, como le tuvo el santo viejo Simeón; pues cuando comulgamos nos enseña la fe que no solo en los brazos, sí que dentro de nuestro pecho está aquel mismo Jesús que estuvo en el pesebre de Belén; para esto Él ha nacido, para darse todo a nosotros: Parvulus natus est nobis, et Filis datus est nobis.