miércoles, 12 de noviembre de 2025

13. EJEMPLOS DE DEVOCIÓN A LAS BENDITAS ALMAS DEL PURGATORIO

Grande era la devoción que profesaba San Nicolás Tolentino a las almas del Purgatorio, y grande también la confianza que estas almas tenían en la piedad del siervo de Dios: y por este motivo, de aquella profunda cárcel le enviaron como por embajador a su difunto amigo Fr. Pellerimo de Osimo, para obtener de él grandes sufragios. En medio del sueño, por tanto, se le apareció en sueños aquella alma, y habiéndole antes informado que había sido condenado al Purgatorio con otros: Ven le dijo, oh venerable Padre, y mira cuánta es nuestra miseria.

Y llevándole en espíritu a la gran llanura de Valmanente ¡oh! cuán voraz vio que era el fuego que la inundaba por todas partes:

¡oh! cuán dignos de compasión eran los gemidos de una inmensa multitud de almas que imploraban socorro con los acentos más humildes y suplicantes.

Y ¡ved, volvió a decirle entonces aquel espíritu, cuáles son, oh Padre, las penas de las almas del Purgatorio y cómo se encomiendan a tu piedad! ellas padecen tormentos sobre toda ponderación, atroces, empero de ningún modo se pueden ayudar a mismas; más que puedes ayudarlas de todas maneras, ofreciendo oraciones, penitencias, sacrificios, y yo te ruego que celebres en su sufragio la misa de Réquiem y hagas otros ejercicios de piedad; pues si te dignas interceder por ellas para con el Supremo Señor, no dudes, supuesto que la mayor parte, libres de las cadenas abrasadoras, subirán al cielo por tus sufragios.

Despertando el Santo a aquellas palabras, al instante se levantó del lecho, y postrado en tierra dirigió a Dios las más fervorosas súplicas hecho un mar de lágrimas por aquellas infelices: y pedida humildemente en la mañana del siguiente día la licencia al P. Prior


del convento, consagró toda la semana a su sufragio, con tal fervor, que al concluir la misma, volvió Fr. Pellegrin a darle las gracias por su generosa caridad, merced a la cual, él con otras muchísimas almas habían alcanzado la libertad de las penas y la felicidad del Paraíso.

La libertad y la gloria de aquellas almas es también el objeto y el fin de nuestros sufragios, y si queremos obtenerlos copiosos y seguros, hagamos muchos por mucho tiempo, y con mucho fervor de espíritu, que así imitando el empeño de San Nicolás, no podrá faltar el efecto que coronó su piedad. En la vida de S. Nicol.