miércoles, 17 de agosto de 2022

DÍA 18. DIOS PIDE REPARACIÓN DEL INMACULADO CORAZÓN

 

DÍA 18.

DIOS PIDE REPARACIÓN

DEL INMACULADO CORAZÓN

 

MES DE AGOSTO  EN HONOR

AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

 

wOraciones para comenzar todos los días:

+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Con el Ángel de la Paz que enseñó a los tres pastorcitos de Fátima-Lucía, Francisco y Jacinta- a rezar para desagraviar los Corazones de Jesús y de María, decimos:

Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo.

Os pido perdón por los que no creen, no adoran,

 no esperan y no os aman. (3 veces)

***

Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo,

Os adoro profundamente y Os ofrezco

el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma

y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo,

presente en todos los sagrarios de la tierra,

en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias

con que Él mismo es ofendido

y por los méritos infinitos de su Sacratísimo Corazón

y del Corazón Inmaculado de María,

os pido la conversión de los pobres pecadores. Amén.

 

w Consideración diaria.

DÍA 18.

DIOS PIDE REPARACIÓN

DEL INMACULADO CORAZÓN

Dios quiere que reparemos el Corazón Inmaculado de María herido por los pecados de los hombres.  El Niño Jesús, en la aparición del 10 de diciembre, en la ciudad de Pontevedra le dirá a Sor Lucía: “Ten compasión del Corazón de Tu Santísima Madre, que está rodeado con las espinas que los hombres ingratos constantemente le clavan, sin haber quien haga un acto de reparación para quitárselas.” Un Corazón herido al que debemos reparar con nuestro amor y nuestra verdadera devoción. Un Corazón que sufre ante la frialdad y frivolidad del hombre moderno. Un Corazón que nos ama y que solo podemos reparar amando.

La comunión de los primeros sábados en honor de Nuestra Señora no era una novedad. El 13 de junio de 1912, cinco años antes de que la Santísima Virgen hiciera la petición en la tercera aparición en Fátima, san Pío X concedió nuevas indulgencias a la devoción del primer sábado, poniendo gran énfasis en la intención de desagravio:

¿Cómo hacer esta reparación? La Virgen lo dice a Sor Lucía: mediante la práctica de los 5 primeros sábados de mes. ¿Qué es lo que hay que hacer?

1º) Confesarse, dentro de los ocho días anteriores o posteriores, con la intención de reparar las ofensas al Inmaculado Corazón de María. No es imprescindible, pero sí aconsejable, manifestar la intención reparadora al confesor.

2º) Recibir la Sagrada Comunión, en gracia de Dios, con la misma intención de la confesión; dentro de los ocho días anteriores o posteriores.

3º) Recitar el Rosario, al menos una parte (5 misterios), con esa misma intención reparadora.

4º) Hacer compañía a la Virgen por quince minutos, meditando en los 15 misterios del Rosario.

 

wOraciones para terminar todos los días:

Terminemos nuestra oración, haciendo un acto de reparación al Inmaculado Corazón de María:

·        En reparación por las blasfemias y ultrajes que se cometen contra la Inmaculada Concepción de María. (Avemaría)

·        En reparación por las blasfemias y ultrajes que se cometen contra la Virginidad perpetua de Nuestra Señora. (Avemaría)

·        En reparación por las blasfemias y ultrajes que se cometen contra la maternidad divina de María, rechazando al mismo tiempo recibirla como Madre de los hombres. (Avemaría)

·        En reparación por aquellos que infunden en los niños y en los jóvenes el desprecio hacia la Virgen Inmaculada. (Avemaría)

·        En reparación por aquellos que ultrajan, desprecian y maltratan las imágenes y representaciones de la Virgen Santísima. (Avemaría)

***

CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN

de San Antonio María Claret

¡Oh, María! Madre de Dios y Madre nuestra, a Vos acudimos para consagrarnos a vuestro Inmaculado Corazón para que reines en nuestros corazones y en nuestra familia y nos ponemos bajo tu protección maternal.

Os consagramos nuestros cuerpos y nuestras almas, nuestra familia, nuestro hogar; todo cuanto somos y tenemos. Y para que esta consagración sea eficaz y verdadera, renovamos a vuestros pies las promesas que en nuestro nombre hicieron nuestros padres en el bautismo.

Renunciamos a las seducciones del mundo, enemigo de Dios y nuestro; sus criterios de riquezas, honores y placeres; sus escándalos y pecados. Renunciamos a nuestras malas pasiones y a las intrigas del demonio.

Y nos comprometemos a conservar nuestra fe, santificar nuestras costumbres y seguir los dictados del Magisterio de la Santa Iglesia Católica fundada por Nuestro Señor Jesucristo y frecuentar los Santos Sacramentos. Amén.

***

Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos de Dios, rogad por nosotros.

Ave María Purísima, sin pecado concebida.