domingo, 9 de agosto de 2020

Quien tenga soberbia, en vano posee las demás virtudes. San Jerónimo


X DOMINGO DESPUES DE PENTECOSTES
Comentario al Evangelio 
San Jeronimo 
Afirmo por tanto, que, quien tenga soberbia, en vano posee las demás virtudes; más aun, no las posee, aunque aparente poseerlas. Pues quien tiene lo que contraria a Dios ¿Cómo puede tener algo que agrade a Dios? La soberbia se produce dentro del monasterio. Nos ufanamos si ayunamos. Nos llenamos de orgullo si hacemos oración por nuestros pecados. Alguno ayuna o hace penitencia por sus pecados y se ensoberbece por ello. ¿Ayunas, oras, cumples los preceptos para ir en contra de Dios? Si un monje es soberbio, mucho mejor sería para él el casarse. Clara y francamente digo que el soberbio más le valdría –y esto lo digo cotejando un mal con otro- el tener todos los demás pecados,  pues ante todos sus males se vería incitado a hacer penitencia y no miraría a todos por encima del hombro. Si después de haber pecado se arrepintiera, se haría merecedor de la misericordia de Dios. En cambio, quien es soberbio porta en si el principio de todos los males, pues no realiza penitencia alguna por considerarse un hombre justo. La soberbia es contraria a Dios por no someterse a Él. Y es que se considera justo. El soberbio no se arrepiente de sus pecados, sino que, teniéndolos por bienes, se vanagloria de ellos.