lunes, 1 de julio de 2024

UNO DE LOS SOLDADOS LE ABRIÓ EL COSTADO CON UNA LANZA Y SALIÓ LUEGO SANGRE Y AGUA. Catena Aurea de Santo Tomás de Aquino

 


1 de julio

Preciosísima Sangre de Jesús

 

Comentarios al Evangelio

de la Catena Aurea de Santo Tomás de Aquino

 

Juan 19, 28-30     Después de esto, sabiendo Jesús que todas las cosas eran ya cumplidas, para que se cumpliera la Escritura, dijo: "Sed tengo". Había allí un vaso lleno de vinagre. Y ellos, poniendo alrededor de un hisopo una esponja empapada en vinagre, se la aplicaron a la boca. Y luego que Jesús tomó el vinagre, dijo: "Consumado es": e inclinando la cabeza, dio el espíritu. (vv. 28-30)
 

San Agustín, in Ioannem, tract., 119

Padecía todo esto el que aparecía hombre, y lo disponía todo el que se ocultaba Dios. Por esto dice: "Después, sabiendo que todo se había consumado, a fin de que se cumpliera la Escritura", esto es, lo que había predicho la Escritura: "Y en mi sed me dieron a beber vinagre" ( Sal 68,22), dijo: "Tengo sed", como si dijera: Esto os falta hacer, dad lo que sois. Como que los judíos eran el vinagre, degenerado del vino de los patriarcas y profetas. Había, pues, allí, un vaso lleno de vinagre, como un corazón lleno de iniquidad de este mundo, a manera de esponja, llena de cavernosas y engañosas tortuosidades. Y sigue: "Y ellos, colocando una esponja empapada en vinagre alrededor de un hisopo, la aplicaron a su boca".
 

Crisóstomo, in Ioannem, hom. 84

Pero ni a pesar de lo que estaban viendo, se aplacaban, sino que se encrudecían más, ofreciéndole para que bebiera la pócima de los condenados. Y por esta razón se valen de la vara del hisopo.
 

San Agustín, ut supra

El hisopo en que pusieron la esponja llena de vinagre, es un arbusto despreciable que purga el pecho y representa la humanidad de Cristo que nos purifica. Ni hay que buscar cómo pudieron aplicar la esponja a la boca de Jesús, que estaba elevado de tierra sobre la cruz; pues según dicen los otros evangelistas, y éste omitió, se valieron de una caña para elevar hasta la cruz la esponja con semejante bebida.
 

Teofilacto

Algunos llaman caña al hisopo, porque tiene unas ramas parecidas a la caña.

Sigue: "Como hubiese recibido Jesús el vinagre, dijo: Consumado es".
 

San Agustín, ut supra

¿Qué era esto, sino lo que estaba profetizado tanto tiempo antes?
 

Beda

Aquí puede preguntarse: ¿Por qué dice este evangelista: "Como hubiese tomado el vinagre", cuando dice otro: "No quiso beber" ( Mt 27,34)? Esto es fácil de resolver, porque no lo recibió para bebérselo, sino para que se cumpliera la Escritura.
 

San Agustín, ut supra

Y porque no convenía que quedase nada por cumplir antes de su muerte. Sigue: "E inclinada la cabeza, dio su espíritu". Concluidas todas las cosas que debían ejecutarse, esperaba como el que tenía poder para dejar su alma y volver a tomarla.
 

San Gregorio, Moralium, 11, 3

Aquí se dice espíritu en lugar del alma, porque si el Evangelista hubiera entendido por espíritu otra cosa diferente que el alma, saliendo el espíritu, el alma hubiera quedado.
 

Crisóstomo, ut supra

No inclinó la cabeza porque expiró, sino que cuando inclinó la cabeza, entonces expiró. Por cuya razón dijo el Evangelista que era el Señor de todas las cosas.
 

San Agustín, ut supra

¿Quién hay que pueda dormir cuando quiera, como Jesús murió cuando quiso? ¡Cuán terrible ha de ser su poder cuando juzgue, si tanto se manifiesta cuando muere!
 

Teofilacto

El Señor entregó su espíritu a Dios Padre, dándonos a entender que las almas de los Santos no permanecen en los sepulcros, sino que van a las manos del Padre de todos. Las de los pecadores son llevadas al lugar de las penas, esto es, al infierno.

               

31-37          Y los judíos (porque era Parasceve), a fin de que no quedasen los cuerpos en la cruz el sábado (porque aquél era el grande día del sábado), rogaron a Pilatos que les quebrasen las piernas y que fuesen quitados. Vinieron, pues, los soldados, y quebraron las piernas al primero, y al otro que fue crucificado con El. Mas cuando llegaron a Jesús, viéndole ya muerto, no le quebrantaron las piernas, sino que uno de los soldados le abrió el costado con una lanza y salió luego sangre y agua. Y el que lo vio, dio testimonio, y verdadero es el testimonio de él. Y él sabe que dice verdad, para que vosotros también creáis. Porque estas cosas fueron hechas para que se cumpliera la Escritura: No desmenuzaréis hueso de El. Y también dice otra Escritura: Verán en el que traspasaron. (vv. 31-37)
 

Crisóstomo, in Ioannem, hom. 84

Como los judíos se tragaban un camello y hacían escrúpulo de un mosquito, después de consumar tan gran atentado discutían solícita y diligentemente lo que sigue: "Los judíos, pues, como era Pascua, a fin de que no permaneciesen los cuerpos en la cruz en el sábado", etc.
 

Beda

Parasceve (esto es preparación) era llamado el día sexto, porque en aquel día los israelitas preparaban dos comidas, pues era muy grande aquel día de sábado (por la solemnidad de la Pascua). "Rogaron, pues, a Pilato que les rompieran las piernas a los ajusticiados".
 

San Agustín, in Ioannem, tract., 120

No con el objeto de quitarlos de la cruz, sino más bien para no horrorizar con este espectáculo de un suplicio prolongado en el día de fiesta.
 

Teofilacto

Así se mandaba en la Ley, que no se pusiera el sol estando un hombre en el suplicio, o porque no quisieran ser tenidos por verdugos y homicidas en día festivo.
 

Crisóstomo, ut supra

Observa cuán grande es el poder de la verdad, pues ellos mismos cuidan de que se cumpla la profecía. Por lo que sigue: "Vinieron, pues, los soldados y quebrantaron las piernas del primero y del otro crucificado con El; pero cuando llegaron a Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas, sino que un soldado abrió su costado con una lanza".
 

Teofilacto

Para complacer a los judíos, lancean a Cristo, ultrajando su cuerpo exánime; pero esta injuria se trocó en milagro, porque el manar sangre de un cuerpo muerto es milagro.
 

San Agustín, ut supra

Con mucha precaución se abstuvo el Evangelista de usar las palabras hirió su costado, o lo rasgó, sino abrió, a fin de que en cierto modo se franqueara la puerta por donde brotaron los sacramentos de la Iglesia, sin los cuales no se entra en la verdadera vida. Y sigue: "Y al instante salió sangre y agua". La sangre fue derramada por la remisión de los pecados, y el agua para suave bebida y purificación. Esto había sido prefigurado por la puerta que a Noé se le mandó abrir en el costado del arca para que entraran los animales que se habían de salvar del diluvio, en los que se simbolizaba la Iglesia. Por esta razón fue hecha la primera mujer del costado de Adán dormido, y este segundo Adán, inclinando la cabeza, durmió en la cruz, para que fuese formada su esposa y saliera de su costado durante su sueño. ¡Oh muerte que a los muertos resucitas! ¿Qué hay más puro que esta sangre? ¿Qué más saludable que esta herida?
 

Crisóstomo, ut supra

Como de aquí toman origen los sagrados misterios, cuando te acercares al tremendo cáliz, acércate como si fueras a beber del costado de Cristo.
 

Teofilacto

Avergüéncense los que en el sagrado sacrificio rehusan mezclar el agua con el vino, dando a entender que no creen que del lado de Cristo fluyó agua. Puede haber quien calumniosamente diga que algún resto de vida quedaría en el cuerpo de Cristo, y que por esto brotó sangre, pero el manar agua es una prueba irrefutable contra este argumento. Esta es la razón por qué el Evangelista añadió: "Y el que lo vio dio testimonio".
 

Crisóstomo, ut supra

Como si dijéramos: No lo oyó a otro, sino que lo vio por sí mismo y es verdadero su testimonio, lo que añadió con razón, contando la injuria hecha a Cristo y dando éste señal admirable para llamar la atención. También lo dijo para que enmudecieran los herejes, y para profetizar futuros misterios que se ocultaban bajo este tesoro.

Sigue: "Y él sabe que dice verdad, para que vosotros creáis".
 

San Agustín, ut supra

Lo dice quien lo vio, para que crea el que no lo vio. Dos testimonios cita de las Escrituras sobre estos acontecimientos; pues el que había dicho: "No quebraron a Jesús las piernas", añadió: "Esto sucedió para que se cumpliese la Escritura, que dice: No desmenuzaréis ninguno de sus huesos" ( Ex 12,46), etc. Este precepto había sido dado en la antigua Ley a aquellos que inmolaban el cordero, que fue la figura de la Pasión del Señor. Uno de los soldados abrió su costado con una lanza, y a esto se refiere el otro testimonio, que dice: "Y otro pasaje de la Escritura dice: ellos dirigieron su mirada al que atravesaron", cuyas palabras contienen la promesa de Cristo que había de ser crucificado en su propia carne.
 

San Jerónimo

Este testimonio está tomado de Zacarías ( Zac 12,10).