DÍA VIGÉSIMO OCTAVO
Corazón de María, Reina y Madre de los pecadores
MES DE AGOSTO
CONSAGRADO
AL PURÍSIMO E INMACULLADO
CORAZÓN DE MARÍA
PARA COMENZAR TODOS LOS DÍAS.
Por la señal... etc.
Acto de contrición. - Señor mío Jesucristo...
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
¡Dulcísimo e inmaculado Corazón de María! Lleno de filial ternura y confianza comparezco ante vuestra soberana presencia a rendiros Jos sinceros homenajes de mí pobre corazón y a pediros remedio para mis necesidades y gracia para conseguir mi eterna salvación. ¿Dónde hallaré amparo más seguro, voluntad más decidida para socorrerme que en la amantísima Madre de los pecadores; que los amó hasta entregar por ellos a la muerte a su Santísimo Hijo y Salvador? ¿Quién acudió jamás a este piadoso Corazón que no fuese favorablemente acogido? Oíd, Madre mía, las súplicas que durante este mes logre dirigiros. Dad luz a mi entendimiento para conocer vuestras excelencias y prerrogativas; moved mi voluntad para seguir vuestros ejemplos é imitar vuestras virtudes, prended en mi corazón una centella siquiera del amoroso incendio con que se consumió el vuestro de caridad con Dios y con los hombres, y concededme aquella devoción hacia Vos que es prenda segura de salvación. Amén.
Se lee y medita lo propio de cada día del mes.
DÍA VIGÉSIMO OCTAVO
MEDITACIÓN
Corazón de María, Reina y Madre de los pecadores
Grande es la necesidad que tenemos cuantos vivimos en el mundo de una Madre como la Virgen Santísima, cuyo Corazón amantísimo tiene por título y gloria ser Reina y Madre de los pecadores. Y digo que tenemos todos necesidad, porque ¿qué mortal hay que no sea pecador? Concebidos en pecado, nacidos en desgracia de Dios, llenos de ignorancia, inclinados al mal, sujetos a bastardas pasiones, a veces vehementísimas; rodeados de mil objetos que nos arrastran y seducen y dan al traste con nuestras mejores resoluciones; de voluntad débil e inconstante en el bien, no hay quien no caiga y peque muchas veces. ¿Qué sería de nosotros si no nos diese el Señor lugar a penitencia? ¿Si no nos hubiese concedido una Madre que cuando nos ve caídos solicita sin cesar nuestro arrepentimiento, se compadece de nuestras llagas y se interpone entre nosotros, sus hijos, y la divina justicia? No se irrita una madre al ver enfermo a su hijo; ni el Corazón de María se indigna al ver caído al pecador. Cuanto más miserable es, más se enternecen sus entrañas maternales. Tiempo es ya de reconocer con humildad, nuestra propia flaqueza, alejemos de nosotros el fariseísmo de aquellos que se tienen por justos, o el grosero sentir de otros, que, porque ni matan ni roban, creen ser hombres de bien.
¡Oh Corazón de mi Reina y Madre! ¡Cuánta paciencia has tenido conmigo! No me dejes, porque si me dejas me perderé; yo prometo no huir de ti cuando me reconozca culpable, sino acudir luego al seno de tu misericordia.
PARA FINALIZAR TODOS LOS DÍAS.
ASPIRACIONES
¡Corazón lucidísimo de María! Alumbradme.
¡Corazón purísimo de María! Limpiadme.
¡Corazón hermosísimo de María! Atraedme.
¡Corazón amorosísimo de María! Encendedme.
¡Corazón dulcísimo de María! Pacificadme.
¡Corazón afligidísimo de María! Compungidme.
¡Corazón fortísimo de María! Alentadme.
¡Corazón poderosísimo de María! Protegedme.
¡Corazón santísimo de María! En la hora tremenda de mi muerte y juicio, defendedme y mandadme ir a Vos.
Dulce Corazón de María, sed mi salvación.
ACTO DE REPARACIÓN ENSEÑANDO POR EL ÁNGEL DE LA PAZ A LOS PASTORCITOS DE FÁTIMA
Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo,
Os adoro profundamente y Os ofrezco
el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma
y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo,
presente en todos los sagrarios de la tierra,
en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias
con que Él mismo es ofendido
y por los méritos infinitos de su Sacratísimo Corazón
y del Corazón Inmaculado de María,
os pido la conversión de los pobres pecadores. Amén.
ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS
Bajo vuestra protección nos acogemos,
santa Madre de Dios; no desechéis nuestras súplicas ni os olvidéis de nuestras necesidades, sino libradnos siempre de todo peligro, Virgen gloriosa y Madre nuestra. Amén.
“Corazón Inmaculado de María,
rogad por nosotros.”
100 días de indulgencia cada vez, Pío IX
Ave María Purísima, sin pecado concebida.
Indulgencias en la devoción al Inmaculado Corazón de María en el mes de agosto.
A los fieles que, en cualquier día del mes de agosto, rezan algunas preces o practican algún otro ejercicio de piedad en honor del Inmaculado Corazón de María, se les concede: indulgencia de cinco años, una vez.
A los que practican el mismo ejercicio durante todo el referido mes, se les concede indulgencia plenaria en las condiciones de costumbre: confesión, comunión y oración por las intenciones del Santo Padre. (S.C. del S. Oficio, 13 de marzo de 1913; S. Penitenciaría Apostólica, 2 de junio de 1935).