QUÉJASE MARTA DE SU HERMANA, Y EL
SEÑOR LA CORRIGE.
MARTES DE LA VIGESIMOSEGUNDA SEMANA
DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.
MEDITACIONES
PARA EL TIEMPO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS
DE LA OBRA “VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO
SACADA DE LOS CUATRO EVANGELISTAS
Y DISTRIBUIDA EN MATERIA DE MEDITACIÓN
PARA TODOS LOS DÍAS” DEL P. NICOLÁS AVANCINI
ORACIÓN PARA COMENZAR
TODOS LOS DÍAS:
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:
“Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.
Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”
Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.
MARTES DE LA VIGESIMOSEGUNDA SEMANA
DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.
QUÉJASE MARTA DE SU HERMANA, Y EL
SEÑOR LA CORRIGE.
1.- La cual (Marta) se puso en su presencia, y dice: Señor ¿a Ti nada se te da, porque mi hermana me deja a mi sola en disponer y preparar las cosas (1)? Quéjase de la hermana, porque no sirve, y del Señor, porque no lo manda. Es ejemplar propio de aquellos que dados a la vida activa, se comparan con los que trabajan menos con los prójimos, o porque no pueden, o porque no les es Iícito. De aquí vienen las murmuraciones: ¿Por qué éste no hace aquello? o ¿Por qué lo he de hacer yo? Para evitar esto, haz esta consideración. El Señor tiene cuidado de mí en cualquier cosa en que me ocupe; pero el otro también está a su cuidado, aunque no se ocupe en esto. Diráste a ti ¿Sólo tú debes hacer esto? Respóndete: ¿Qué mucho? También el Señor pisó el lagar solo. ¿Y en qué eres tú mejor?
2.- Y respondiéndola, dijo: Marta, Marta, solícita andas, y turbada en muchas cosas (2). Sirve al Señor Marta; pero con afán y turbación, con la cual aún al mismo Señor culpa. Esto a la verdad nunca le puede agradar. El ánimo turbado no da lugar a considerar las cosas. De donde sucede, que con pretexto de obediencia dice algunas que no pertenecen al tiempo, al lugar, a la persona, o con el modo que no se debe. Obra, pues, de tal suerte lo que obras, que jamás te turbes la premeditación de lo que has de decir y hacer te quitará toda turbación.
3.- A la verdad una sola cosa es necesaria (3). Un solo género de comida para sustentar el cuerpo, entienden san Jerónimo y san Gregorio. Como si dijera el Señor: Excusada cosa es disponer y aparejar muchos platos. Un solo género de comida para el alma que es la contemplación de Dios, entiende Casiano (4). ¿Cuál es tu mayor cuidado, de apacentar el cuerpo o el alma? Pero es cierto que el del alma debe ser mayor; porque así prueba el Señor la mejor parte que escogió María. Advierte, pues, con cuanta solicitud te has de dar a las cosas espirituales, como la parte mejor.
(1) Luc., 10. (2) Ibid. (3) Luc., 10. (4) Col. 1, c. 8.
ORACIÓN PARA FINALIZAR
TODOS LOS DÍAS:
Os doy gracias, Dios mío, por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me habéis inspirado en este rato de oración…
Todo os lo ofrezco a vuestra mayor honra y gloria… y os pido gracia eficaz para ponerlos por obra…
¡Oh Padre Eterno! Por Jesús, por María, por José y Teresa de Jesús dadme gracia ahora y siempre para cumplir en todas las cosas vuestra santísima voluntad. Amen."
Padrenuestro, Avemaría y Gloria
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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.
Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.
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¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!
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Ave María Purísima, sin pecado concebida.