martes, 29 de octubre de 2024

SANA EL SEÑOR A UN HIDRÓPICO. MIÉRCOLES DE LA VIGESIMOTERCERA SEMANA DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 


SANA EL SEÑOR A UN HIDRÓPICO.

MIÉRCOLES DE LA VIGESIMOTERCERA SEMANA DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

MEDITACIONES

PARA EL TIEMPO  DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

DE LA OBRA “VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO

SACADA DE LOS CUATRO EVANGELISTAS

Y DISTRIBUIDA EN MATERIA DE MEDITACIÓN

PARA TODOS LOS DÍAS” DEL P. NICOLÁS AVANCINI

 

ORACIÓN PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:

  

 “Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.

    Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”

 

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.

 

MIÉRCOLES DE LA VIGESIMOTERCERA SEMANA DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

SANA EL SEÑOR A UN HIDRÓPICO.

 

1.- Y sucedió, que entrando el Señor un sábado en la casa de uno de los principales de los fariseos comer pan, ellos le estaban observando (1). ¿Cómo se hace convidado de aquellos cuya malicia tenía bien conocida? Para aprovecharlos, instruyéndolos. Así miraba más por el bien ajeno, que por el propio. ¿Qué haces tú de ordinario con los que te son poco afectos? ¿No les huyes el cuerpo? ¿No evitas su trato? Considéralo. Observábanle, y censuraban su hechos. Estás dispuesto tú a que todos en todas cosas te observen; de otro modo no observarás todo lo que se debe observar; porque no observarás la caridad que es paciente, es benigna y todo lo sufre (2).

2.- Estaba delante de Él un hombre hidrópico (3). Considérate con san Agustín (4) en este hidrópico a ti mismo: Tienes por hidropesía la concupiscencia. Esta será contigo más cruel, cuanto con ella fueres más indulgente; pues cuanto más a ella te rindes, se levanta contra ti con más fuerza. ¡0jalá que nunca lo experimentaras así! Mira con cuanto estudio debe ser enfrenada; porque: Si no te dominare, entonces serás inmaculado, y te limpiarás del mayor delito (5).

3.- Jesús dijo a los sabios de la ley y a los fariseos: ¿Si es lícito curar en sábado (6)? Prudente pregunta para antes de obrar: Si es lícito. Mas Él tomándole, le sanó y le envió. Tomarle es hacerle suyo. Sedulio (7) dice: Dase prisa a curar al hombre que más deseaba fuese suyo. Ninguno es sano en el alma, si Cristo no le hace suyo. Suyo te quiere hacer Cristo. ¿Por qué lo repugnas? ¿Por qué quieres más ser tuyo?

 

(1) Luc., 14. (2) I Cor., 13. (3) Luc., 14. (4) 2 Quaest. Ev. (5) Ps., 118. (6) Luc., 14. (7) Lib. 4 Paschal., cap. 13.

 

ORACIÓN PARA FINALIZAR

TODOS LOS DÍAS:

Os doy gracias, Dios mío, por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me habéis inspirado en este rato de oración…

Todo os lo ofrezco a vuestra mayor honra y gloria… y os pido gracia eficaz para ponerlos por obra…

¡Oh Padre Eterno! Por Jesús, por María, por José y Teresa de Jesús dadme gracia ahora y siempre para cumplir en todas las cosas vuestra santísima voluntad. Amen."

 

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

 

 

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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

 

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¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

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Ave María Purísima, sin pecado concebida.