SANA A UNA MUJER QUE ESTABA ENCORVADA DIEZ Y OCHO AÑOS HABÍA.
LUNES DE LA VIGESIMOTERCERA SEMANA
DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.
MEDITACIONES
PARA EL TIEMPO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS
DE LA OBRA “VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO
SACADA DE LOS CUATRO EVANGELISTAS
Y DISTRIBUIDA EN MATERIA DE MEDITACIÓN
PARA TODOS LOS DÍAS” DEL P. NICOLÁS AVANCINI
ORACIÓN PARA COMENZAR
TODOS LOS DÍAS:
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:
“Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.
Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”
Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.
LUNES DE LA VIGESIMOTERCERA SEMANA
DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.
SANA A UNA MUJER QUE ESTABA ENCORVADA DIEZ Y OCHO AÑOS HABÍA.
1.- Repara a una mujer que tenía un espíritu de enfermedad por espacio de diez y ocho años, y estaba toda encorvada, y de ningún modo podía mirar al cielo (1). Considera en esta mujer las almas a la Tierra inclinadas, que hicieron determinación de sólo fijar sus ojos en la tierra (2). Cuyos afectos son todos terrenos. Con lo que sucede, que los ojos de sus pensamientos miren a lo terreno sólo y no se levanten a mirar las cosas divinas. ¡Qué cosa más infeliz que un hombre tal! Mas ¡por cuántos años has padecido esta enfermedad! ¡Qué poco has puesto en Dios tu pensamiento! ¡Qué sumergido has estado en el cieno del profundo reprimiéndote las pasiones, que con su ímpetu te arrebataban! ¡Oh si ahora siquiera te enderezaras!
2.- A la cual como viese Jesús, llamóla a sí y la dice: Mujer, libre estás de tu enfermedad (3). Esta es la benignidad de Jesús, que nos llama con su gracia, y previene nuestros deseos. No sanamos de las enfermedades, de las pasiones, sin que llamados, nos lleguemos por la imitación de Cristo. Y la puso la mano, y al punto se puso derecha. El ser tocada una vez sola de Jesús bastó para que se enderezase. Pero ¿cuántas veces te tocó a ti la mano del Señor por interiores y exteriores aflicciones, y aún no te levantas hacia las cosas divinas? ¡Cuántas veces te tocó con todo su cuerpo y sangre en la Eucaristía, y aún hueles a lo terreno!
3.- Mas respondiendo el arquisinagogo, se indignaba pretextando la violación del sábado (4). Pero el Señor mostró que se podía curar, sin que se quebrantase el sábado; pues en tal día un jumento se desata y lleva al agua. Pretextó la reverencia del sábado, y en realidad todo era envidia del lustre y gloria de Cristo. Imitas a este arquisinagogo, si encubres los vicios con más cara de virtud; si los defiendes con razones; si ostentas virtud en lo exterior, y en lo interior miras sólo a tus comodidades.
(1) Ibid. (2) Ps., 16. (3) Luc., 13. (4) Luc., 13.
ORACIÓN PARA FINALIZAR
TODOS LOS DÍAS:
Os doy gracias, Dios mío, por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me habéis inspirado en este rato de oración…
Todo os lo ofrezco a vuestra mayor honra y gloria… y os pido gracia eficaz para ponerlos por obra…
¡Oh Padre Eterno! Por Jesús, por María, por José y Teresa de Jesús dadme gracia ahora y siempre para cumplir en todas las cosas vuestra santísima voluntad. Amen."
Padrenuestro, Avemaría y Gloria
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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.
Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.
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¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!
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Ave María Purísima, sin pecado concebida.