domingo, 21 de julio de 2024

22 de julio. SAN LUIS IX DE FRANCIA. MES DE JULIO EN HONOR A LA VIRGEN DEL CARMEN


 

22 de julio

SAN LUIS IX DE FRANCIA

“Prodigios del Escapulario” del P. Rafael María López-Melús.

 

MES DE JULIO EN HONOR

A LA VIRGEN DEL CARMEN

 

Por la señal de la santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Oración inicial

Oh Virgen María, Madre de Dios y Madre también de los pecadores, y especial Protectora de los que visten tu sagrado Escapulario; por lo que su divina Majestad te engrandeció, escogiéndote para verdadera Madre suya, te suplico me alcances de tu querido Hijo el perdón de mis pecados, la enmienda de mi vida, la salvación de mi alma, el remedio de mis necesidades, el consuelo de mis aflicciones y la gracia especial que pido en este ejercicio consagrado a vuestra devoción, si conviene para su mayor honra y gloria, y bien de mi alma: que yo, Señora, para conseguirlo me valgo de vuestra intercesión poderosa, y quisiera tener el espíritu de todos los ángeles, santos y justos a fin de poder alabarte dignamente; y uniendo mis voces con sus afectos, te saludo una y mil veces, diciendo:

3 Avemarías

A continuación se lee el relato tomado de la obra “Prodigios del Escapulario” del P. Rafael María López-Melús.

 

22 de julio

SAN LUIS IX DE FRANCIA

“Prodigios del Escapulario” del P. Rafael María López-Melús.

 

El santo Luis IX, al volver de la guerra de Palestina, el año 1254, se vio embestido por deshecha tempestad, hallándose frente al Monte Carmelo. Sus navíos fueron dispersados. El desaliento y la desesperación habíanse apoderado de todas las tripulaciones.

El naufragio de la armada parecía inminente.

Sólo el corazón magnánimo del monarca mostrábase confiado.

Cuando en medio de la obscuridad el vendaval le trajo el tañido lejano de una campana, y preguntó dónde sonaba, supo que era la señal de Maitines de los Monjes del Carmelo.

Vuelve, entonces, los ojos en aquella dirección, y, con ferviente súplica, hace voto de visitar a la Reina del Carmelo, si a él y a los suyos los libra de la muerte.

Bastó esta plegaria. La Reina de los mares se le aparece rodeada de luz, diciéndole:

- "No temas, yo misma seré tu auxilio; vengo para librarte a ti y a tu gente de los peligros de este mar".

Después de estas palabras se serena el cielo, se sosiega el mar, se salvan las naves y el hijo de la reina Blanca de Castilla, acompañado de sus guerreros, sube al Carmelo a rendir afectuosas gracias a su celestial Salvadora.

 

Oración final para todos los días

Infinitas gracias os damos, soberana Princesa, por los favores que todos los días recibimos de vuestra benéfica mano; dignaos, Señora, tenernos ahora y siempre bajo vuestra protección y amparo; y para más obligaros, os saludamos con una Salve:

 

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima! ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

***

Querido hermano comparte esta devoción con tus familiares y amigos para que muchos conozcan y amen a la Virgen.

***

Nuestra Señora del Carmen, ruega por nosotros.

Ave María Purísima, sin pecado concebida.