miércoles, 24 de julio de 2024

CUARTA Y QUINTA BIENAVENTURANZA. JUEVES DE LA NOVENA SEMANA DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 


CUARTA Y QUINTA BIENAVENTURANZA.

JUEVES DE LA NOVENA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 

MEDITACIONES

PARA EL TIEMPO

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

DE LA OBRA “VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO

SACADA DE LOS CUATRO EVANGELISTAS

Y DISTRIBUIDA EN MATERIA DE MEDITACIÓN

PARA TODOS LOS DÍAS” DEL P. NICOLÁS AVANCINI

 

 

ORACIÓN PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:

  

 “Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.

    Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”

 

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.

 

JUEVES DE LA NOVENA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

CUARTA Y QUINTA BIENAVENTURANZA.

 

1.- Bienaventurados los que tienen hambre y sed (con ardiente deseo) de la justicia (1) o de toda manera de agradar y servir a Dios; los cuales se mueven con una ansia ardiente a ejercitar actos de virtudes, no tanto de aquellas que son lustrosas en sí, pero también, y aún más, las en que resplandecen la humildad y la abyección, y las que son arduas y trabajosas. ¡Oh cuánto te falta de este deseo ardiente! Sediento estás; pero deseas solo apagar tu sed en las cisternas rotas del mundo, que no pueden mantener las aguas que dan vida (2). ¡Que fácilmente te es desabrida la virtud por hacerse amargo su ejercicio! ¿Quieres, por ventura, servir y agradar a Dios? En esto consiste tu salud eterna. Excita, pues, en ti esta sed, sin la cual desfallece y es lánguida toda virtud.

2.- Porque ellos serán hartos (3). Después cuando se apareciere la gloria de Dios (4). Y en esta vida, porque nada desearan más. Por este mismo deseo tienen a la verdad, todo lo que pueden ansiar, logrando así el servir a Dios y agradarle. Además de esto, siempre tienen donde hartarse; porque siempre tienen en que ejercitar la justicia en el servicio divino: O sea que coman, o beban, o hagan, cualquier otra cosa (5). ¿Quieres acaso hacerlo así? O a lo menos ¿deseas quererlo con ansia? ¡Ojalá que así fuera desde el primer punto de la vida! Dios nos dé a todos tal corazón, que le reverenciemos y hagamos su voluntad con corazón grande y animo resuelto (6).

3.- Bienaventurados los misericordiosos (7); ya en la corporal, ya en la espiritual misericordia con pura intención, por motivo de virtud, con afecto dilatado, que se haya de extender a los más infelices y despreciados. Porque ellos alcanzarían misericordia. En la otra vida, cuando te coronará en misericordia (8). En esta por la remisión de las culpas y abundancia de las gracias. ¿Qué dirías si poco antes fueses llevado a los tormentos del infierno y por misericordia fueses restituido a la vida, vestido de gracia y colocado en el cielo?; ¿Por ventura no sería esta misericordia incomparable? Tal uso Dios contigo siempre que te perdono algún pecado. Mira, pues, el modo con que puedes hacerte cierta y segura tal misericordia.

 

(1) Matth., 5. (2) Jerem., 2. (3) Matth., 5. (4) Ps., 16.

(5) I Cor., 10. (6) II Machab., 1. (7) Matth., 5.

(8) Ps., 102.

 

ORACIÓN PARA FINALIZAR

TODOS LOS DÍAS:

Os doy gracias, Dios mío, por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me habéis inspirado en este rato de oración…

Todo os lo ofrezco a vuestra mayor honra y gloria… y os pido gracia eficaz para ponerlos por obra…

¡Oh Padre Eterno! Por Jesús, por María, por José y Teresa de Jesús dadme gracia ahora y siempre para cumplir en todas las cosas vuestra santísima voluntad. Amen."

 

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros. 

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