lunes, 24 de junio de 2024

LA PLÁTICA DE CRISTO CON NICODEMUS. MARTES DE LA QUINTA SEMANA DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 


LA PLÁTICA DE CRISTO CON NICODEMUS.

MARTES DE LA QUINTA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 

MEDITACIONES

PARA EL TIEMPO

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

DE LA OBRA “VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO

SACADA DE LOS CUATRO EVANGELISTAS

Y DISTRIBUIDA EN MATERIA DE MEDITACIÓN

PARA TODOS LOS DÍAS” DEL P. NICOLÁS AVANCINI

 

 

ORACIÓN PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:

  

 “Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.

    Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”

 

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.

 

MARTES DE LA QUINTA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

LA PLÁTICA DE CRISTO CON NICODEMUS.

 

1.- Había un hombre de los fariseos, que se llamaba Nicodemo: éste vino a Jesús de noche (1). Movido de la autoridad y celo de Cristo, que ejercitó contra los tratantes, creyó que Jesús era más que hombre. Porque ninguno (dice) puede hacer tales prodigios, sino estando Dios con el (2). Repara la fuerza que tiene el celo de atraer a sí aún a los hombres más autorizados. Vino de noche, por temor y respeto de los judíos; lo que a la verdad es tolerable en quien no hacia aún conocido a Cristo. Pero ¿cómo serán tolerables en ti los respetos humanos, que profesas seguir a Cristo? El que atiende a los hombres más que a Dios, será de Dios despreciado.

2.- Y le dijo: Sabemos que has venido Maestro enviado de Dios (3). ¿Crees tú también, por ventura, que Cristo ha venido como Maestro? Si crees, ¿de dónde proviene que aprovechas tan poco en su doctrina? Sin duda de que no escuchas con quietud a este Maestro que te enseña, porque te distraes en vanidades y deseos de la tierra; de que no crees seriamente, con viva y actual fe a sus palabras; de que lo que crees no lo ejercitas, siempre remiso al tiempo de obrar. Si quieres aprovechar, enmienda esto.

3.- Respondióle Jesús: El que no renaciere, no puede ver el reino de Dios (4). Atiende a las cosas que Cristo enseña. 1º. El bautismo en agua y en el Espíritu Santo, por su necesidad. 2º. La Encarnación: Así amó Dios al mundo, etc., y la pasión: Así como Moisés puso en alto la serpiente, etc., porque estos son los principales motivos de amar a Dios y de imitar su amor. Enciéndete tú también en ellos. Atiende a la docilidad de Nicodemo, que desde entonces hizo profesión pública de discípulo de Jesús, perseveró constante, y estando huidos los Discípulos, bajó de la cruz el cuerpo del Señor. Si amases tú, harías tal profesión al descubierto, despreciando todo respeto humano; no atenderías, no, a la doctrina del mundo, etc.

 

(1) Joan., 3. (2) Ibid. (3) Ibid. (4) Joan., 3.

 

ORACIÓN PARA FINALIZAR

TODOS LOS DÍAS:

Os doy gracias, Dios mío, por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me habéis inspirado en este rato de oración…

Todo os lo ofrezco a vuestra mayor honra y gloria… y os pido gracia eficaz para ponerlos por obra…

¡Oh Padre Eterno! Por Jesús, por María, por José y Teresa de Jesús dadme gracia ahora y siempre para cumplir en todas las cosas vuestra santísima voluntad. Amen."

 

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros. 

***

¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

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Ave María Purísima, sin pecado concebida.