sábado, 15 de noviembre de 2025

16. EJEMPLOS DE DEVOCIÓN A LAS BENDITAS ALMAS DEL PURGATORIO

El emperador Teófilo, aunque había sido un gran perseguidor de las sagradas imágenes en vida, no obstante, habiéndose convertido antes de morir, detestó sinceramente sus culpas, mas no pudiendo en aquel último trance hacer la debida penitencia de ellas, tuvo que pagar sus deudas en el Purgatorio.

Su piadosa consorte Teodora, que tanto había trabajado por su conversión, hizo mucho más para librarle de las penas de la otra vida.

No sólo la piadosa princesa con toda su cohorte se desahogaba en copiosas lágrimas y en fervorosísimas oraciones, sino que mandó además ofrecer muchos sacrificios y preces en todos los monasterios; y recurrió también al santo Patriarca de Constantinopla, Metodio, para que con el pueblo y con el Clero, multiplicase las oraciones públicas y privadas, con una munificencia verdaderamente real, en sufragio del alma de su difunto esposo.

No pudo resistir el corazón de Dios a la fuerza de tantas oraciones. Por lo cual, en medio del fervor de las oraciones comunes, apareció a aquel venerable prelado en el templo de Santa Sofía, un ángel resplandeciente de celestial luz, que dijo: han sido oídas, oh pastor venerable, tus oraciones, y en virtud de ellas ha sido condonado a Teófilo todo el débito de pena.

La misma Teodora tuvo en este tiempo una visión, en la cual el Eterno Juez le aseguró, que por sus súplicas y por las de sus sacerdotes, Teófilo salía libre del Purgatorio.

Por lo cual, las súplicas y las plegarias se convirtieron en hacimiento de gracias y de alegría, no sólo en la corte, sino también en toda la ciudad de Constantinopla, por la glorificación impetrada al emperador difunto, he aquí el efecto de las oraciones de los fieles


por las almas de los difuntos, y para que los mismos puedan experimentar el alivio deseado, multipliquemos por nosotros mismos las oraciones y hagamos que otros las hagan en su sufragio; pues cuanto más se aumenten, tanto más fácil y cierta será su libertad.