jueves, 30 de noviembre de 2017

ROSARIO POR LAS VOCACIONES

Santo Rosario
Por la señal…
Señor mío Jesucristo…
Oración inicial a la Virgen por las Vocaciones del Papa San Juan Pablo II
"María, humilde sierva del Altísimo,
el Hijo que engendraste te ha hecho sierva de la humanidad.
Tu vida ha sido un servicio humilde y generoso:
has sido sierva de la Palabra cuando el Ángel
te anunció el proyecto divino de la salvación.
Has sido sierva del Hijo, dándole la vida
y permaneciendo abierta al misterio.
Has sido sierva de la Redención,
permaneciendo valientemente al pie de la Cruz,
junto al Siervo y Cordero sufriente,
que se inmolaba por nuestro amor.
Has sido sierva de la Iglesia, el día de Pentecostés
y con tu interseción continúas generándola en cada creyente,
también en estos tiempos nuestro, difíciles y atormentados.
A tí, Joven Hija de Israel, que has conocido la turbación del corazón joven
ante la propuesta del Eterno,
dirijan su mirada con confianza los jóvenes del tercer milenio.
Hazlos capaces de aceptar la imitación de tu hijo
a hacer de la vida un don total para la gloria de Dios.
Hazles comprender que servir a Dios satisface al corazón,
y que sólo en el servicio de Dios y de su Reino
nos realizamos según el divino proyecto
y la vida llega a ser himno de gloria a la Santísima Trinidad.
Amén".
Misterios luminosos

1. El Bautismo de Jesús en el Jordán.
Oremos para que todos los cristianos vivamos la vocación a la santidad, como fruto de nuestro Bautismo.
2. Las bodas de Caná.
Pidamos a María para que los esposos vivan fielmente su vocación matrimonial y hagan de su hogar una Iglesia doméstica.
3. La predicación de Jesús y la llamada a la conversión.
Oremos para que no falten en la Iglesia sacerdotes que prediquen el Evangelio y administren el Sacramento del perdón.
4. La Transfiguración del Señor.
Pidamos por la vida contemplativa, y para que todos los cristianos descubramos en la oración, la belleza del seguimiento de Jesús.
5. La Institución de la Eucaristía en la Última Cena.
Oremos por la santidad de los sacerdotes, para que imiten en su vida lo que realizan en la Eucaristía.