31 de julio
PROTECCIÓN SOBRE JEREZ DE LA FRONTERA
MES Y NOVENA EN HONOR
A LA VIRGEN DEL CARMEN
ORACION PARA COMENZAR
Y FINALIZAR CADA DÍA
MES DE JULIO EN HONOR
A LA VIRGEN DEL CARMEN
Por la señal de la santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Oh Virgen María, Madre de Dios y Madre también de los pecadores, y especial Protectora de los que visten tu sagrado Escapulario; por lo que su divina Majestad te engrandeció, escogiéndote para verdadera Madre suya, te suplico me alcances de tu querido Hijo el perdón de mis pecados, la enmienda de mi vida, la salvación de mi alma, el remedio de mis necesidades, el consuelo de mis aflicciones y la gracia especial que pido en este ejercicio consagrado a vuestra devoción, si conviene para su mayor honra y gloria, y bien de mi alma: que yo, Señora, para conseguirlo me valgo de vuestra intercesión poderosa, y quisiera tener el espíritu de todos los ángeles, santos y justos a fin de poder alabarte dignamente; y uniendo mis voces con sus afectos, te saludo una y mil veces, diciendo:
3 Avemarías
A continuación se lee el relato tomado de la obra “Prodigios del Escapulario” del P. Rafael María López-Melús. Del 7 al 15 de julio se añade la oración propia de cada día de la novena.
31 de julio
PROTECCIÓN SOBRE JEREZ DE LA FRONTERA
“Prodigios del Escapulario” del P. Rafael María López-Melús.
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Era la noche de San Lorenzo, diez de agosto de 1635, cuando en la "Especiería" y en las tiendas colindantes con el convento del Carmen, declaróse un voraz incendio que amenazaba con extenderse a todas las manzanas circundantes y a casi todo el centro entonces de Jerez de la Frontera (Cádiz).
Acudió una ingente multitud para sofocarlo; pero, advertidos de que en dos o tres de dichas tiendas existía gran cantidad de pólvora y objetos explosivos, huyeron los más despavoridos, presintiendo todo el trágico fin que amenazaba a todos ellos y a sus familias.
En tan apurado y angustioso trance, y cuando las circunstancias eran más críticas y el peligro más inminente y desesperante, acuden todos a la intercesión y patrocinio de nuestra Madre Santísima del Carmen, invocándola a voces en medio de la calle, a fin de que los amparase y librara de tan horrible catástrofe.
Acuden los religiosos, con su superior a la cabeza, unos a postrarse a los pies de nuestra Madre y con fervientes súplicas impetrar su auxilio; otros, en medio de la calle, donde todo lo asolaba el voraz incendio, haciendo que todos los presentes, lejos de entregarse al desaliento o la confusión atolondrada, rezasen con fervor la Salve. Y cosa inaudita y por extremo milagrosa: al echar uno de los religiosos su Escapulario a las llamas, súbitamente se extinguió el voraz incendio, sin que en lo humano pudiera explicarse la causa que lo motivó.
Y lo que es aún más de maravillar, que había llegado, no sólo al sitio donde se guardaba la polvera, sino a quemar una tabla de una de las cajas donde estaba metida.
Todos tuvieron este hecho por milagroso, acudiendo al día siguiente en acción de gracias al templo de nuestra Madre del Carmen, donde se celebró una devota función.
Oración final para todos los días
Infinitas gracias os damos, soberana Princesa, por los favores que todos los días recibimos de vuestra benéfica mano; dignaos, Señora, tenernos ahora y siempre bajo vuestra protección y amparo; y para más obligaros, os saludamos con una Salve:
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima! ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
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Querido hermano comparte este ejercicio con tus familiares y amigos para que muchos conozcan y amen a la Virgen.
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Nuestra Señora del Carmen, ruega por nosotros.
Ave María Purísima, sin pecado concebida.