martes, 27 de agosto de 2024

PARÁBOLA DE LA CIZAÑA. MIÉRCOLES DE LA DECIMOCUARTA SEMANA DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.


 

PARÁBOLA DE LA CIZAÑA. 

MIÉRCOLES DE LA DECIMOCUARTA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 

MEDITACIONES

PARA EL TIEMPO

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

DE LA OBRA “VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO

SACADA DE LOS CUATRO EVANGELISTAS

Y DISTRIBUIDA EN MATERIA DE MEDITACIÓN

PARA TODOS LOS DÍAS” DEL P. NICOLÁS AVANCINI

 

 

ORACIÓN PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:

  

 “Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.

    Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”

 

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.

 

MIÉRCOLES DE LA DECIMOCUARTA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

PARÁBOLA DE LA CIZAÑA.

 

1.- Sembró buena simiente en su heredad; pero estando durmiendo los hombres, vino su enemigo, y sembró sobre ella cizaña (1). Lo que siembra Dios, aún en la buena tierra, hacen cuanto pueden el diablo, el mundo y la carne por perderlo; y esto tan artificiosamente, que cuando está aún en yerba o a los principios, no podrás distinguir fácilmente el grano de la cizaña, por causa de tu amor propio, que lo que es falso lo viste con apariencia de verdad. Examina si tienes algunos bienes .o virtudes, ¡con cuantos males están mezclados, con respetos humanos, intención menos pura y amor propio! Y esto sucede cuando están los hombres dormidos, cuantos no velan sobre si con gran cuidado. ¡Cuánto, pues, se ha de estar alerta hacia todas partes!

2.- Habiendo, pues crecido la yerba y echado fruto, entonces apareció la cizaña. Y llegándose los criados del Padre de familia, le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena simiente en tu heredad? ¿De dónde, pues, tiene tanta cizaña? Y les dice: Esto hizo el hombre enemigo (2). Piensa que se te dice a ti esto. Parecías buena semilla en la yerba del noviciado,* y tú, seglar, en las muestras que dabas en tu juventud por la educación que te dieron; mas ya se deja ver la cizaña, y caen todas aquellas esperanzas que se tenían de ti. ¿Con qué animo oirás esto? Pero, en fin, lo hace el hombre enemigo; que es, 1º. Tú mismo, que con demasía te dejas llevar de tu amor propio. 2º. Los compañeros: te juntaste a aquellos en quienes había más de liviandad que de espíritu. Por eso contrajiste sus costumbres, etc.

3.- Mas los criados dijeron: ¿quieres que vayamos, y la arranquemos? Y dice: No, no sea que cogiéndola, arranquéis al mismo tiempo el trigo (3). Repara la paciencia de Dios y de los superiores con tus defectos. Toléranlos por esto, porque del todo no te pierdas, teniendo esperanza de tu enmienda. Si esta no se consigue, ¡cuánto debes temer, que al tiempo de la siega, o de la muerte diga Dios: Recoged primero la cizaña y atadla en manojos para quemarla en el fuego del purgatorio! No te lisonjees ser cosa de poca monta, que sea entregada al fuego. Acaso veras entonces, que hay en ti grandes haces de mala yerba, y pocas de trigo. Si esto temieres santamente, con más firmeza esperarás entonces. Pero considera, cualquiera que esto meditas, si hay en ti tal cizaña que haya de ser pasto del fuego del infierno.

 

(1) Ibid. (2) Matth., 18. (3) Ibid. 

 

ORACIÓN PARA FINALIZAR

TODOS LOS DÍAS:

Os doy gracias, Dios mío, por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me habéis inspirado en este rato de oración…

Todo os lo ofrezco a vuestra mayor honra y gloria… y os pido gracia eficaz para ponerlos por obra…

¡Oh Padre Eterno! Por Jesús, por María, por José y Teresa de Jesús dadme gracia ahora y siempre para cumplir en todas las cosas vuestra santísima voluntad. Amen."

 

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros. 

***

¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

***

Ave María Purísima, sin pecado concebida.