domingo, 13 de octubre de 2024

EVANGELIO DEL DOMINGO: PARÁBOLA DE LOS DOS DEUDORES

EVANGELIO DEL DOMINGO
XXI DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS
Forma Extraordinaria del Rito Romano
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: Se parece el reino de los cielos a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus criados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El criado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: “Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo”. Se compadeció el señor de aquel criado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero al salir, el criado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba diciendo: “Págame lo que me debes”. El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba diciendo: “Ten paciencia conmigo y te lo pagaré”. Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: “¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo rogaste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?”. Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Lo mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si cada cual no perdona de corazón a su hermano».
Mt 18, 23-35

 TEXTOS DE LA MISA XXI domingo después de Pentecostés

COMENTARIOS AL EVANGELIO

Homilía de maitines. ¡TERRIBLE SENTENCIA! San Jerónimo
 
TODO SE NOS CONVIERTE EN MOTIVO DE PREMIO. San Juan Crisóstomo

SOPORTAR CON PACIENCIA LOS DEFECTOS DEL PRÓJIMO. San Juan Bautista de la Salle

Benedicto XVI LA OFENSA SOLO SE PUEDE SUPERAR CON EL PERDÓN

DE LA ETERNIDAD Y DEL INFIERNO. SAN ALFONSO MARÍA DE LIGORIO

PERDONAR PARA SER PERDONADO. Dom Gueranger

NO NOS CANSEMOS DE PERDONAR. Homilía

PADRE NUESTRO , PERDONA NUESTRAS DEUDAS. Homilía