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LAS PENAS DEL INFIERNO
MEDITACIONES
SOBRE LAS VERDADES ETERNAS
Y LA PASIÓN DEL SEÑOR
PARA PEDIR EL AMOR DE DIOS
San Pedro de Alcántara
ORACIÓN PARA COMENZAR
TODOS LOS DÍAS:
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:
“Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.
Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”
Se meditan los puntos dispuestos para cada día.
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LAS PENAS DEL INFIERNO
Del tratado de la oración y meditación
de san Pedro de Alcántara
Este día meditarás en las penas del infierno, para que con esta meditación también se confirme más tu ánima en el temor de Dios y aborrecimiento del pecado.
Estas penas, dice San Buenaventura, se deben imaginar debajo de algunas figuras y semejanzas corporales que los santos nos enseñaron. Por lo cual será cosa conveniente imaginar el lugar del infierno (según él mismo dice) como un lago obscuro y tenebroso, puesto debajo de la tierra, o como un pozo profundísimo lleno de fuego, o como una ciudad espantable y tenebrosa, que toda arde en vivas llamas, en la cual no suena otra cosa sino voces y gemidos de atormentadores y atormentados, con perpetuo llanto y crujir de dientes.
Pues en este malaventurado lugar se padecen dos penas principales: la una que llaman de sentido y la otra de daño. Y cuanto a la primera, piensa cómo no habrá allí sentido alguno dentro ni fuera de ánima que no esté penando con su propio tormento, porque así como los malos ofendieron a Dios con todos sus miembros y sentidos y de todos hicieron armas para servir al pecado, así ordenará el que cada uno de ellos pene con su propio tormento y pague su merecido. Allí los ojos adúlteros y deshonestos padecerán con la visión horrible de los demonios. Allí las orejas que se dieron a oír mentiras y palabras torpes, oirán perpetuas blasfemias y gemidos. Allí las narices amadoras de perfumes y olores sensuales, serán . llenas de intolerable hedor. Allí el gusto que se regalaba con diversos manjares y golosinas, será atormentado con rabiosa hambre y sed. Allí la lengua murmuradora y blasfema será amargada con hiel de dragones. Allí el tacto amador de regalos y blanduras, andará nadando en aquellas heladas, dice Job, del río Cocito (Job.21,33), y entre los ardores y llamas del fuego. Allí la imaginación padecerá con la aprensión de los dolores presentes; la memoria, con la recordación de los placeres pasados; el entendimiento, con la representación de los males venideros, y la voluntad, con grandísimas iras y rabias que los malos tendrán contra Dios. Finalmente, allí se hallarán en uno todos los males y tormentos que se pueden pensar, porque, como dice San Gregorio, allí habrá frío que no se pueda sufrir, fuego que no se pueda apagar, gusano inmortal, hedor intolerable, tinieblas palpables, azotes de atormentadores, visión de demonios, confusión de pecados y desesperación de todos los bienes. Pues dime ahora: si el menor de todos estos males que hay acá se padeciese por muy pequeño espacio de tiempo, sería tan recio de llevar, ¿qué será padecer allí en un mismo tiempo toda esta muche dumbre de males en todos los miembros y sentidos interiores y exteriores, y esto no por espacio de una noche sola, ni de mil, sino de una eternidad infinita? ¿Qué sentidos? ¿Qué palabras? ¿Qué juicio hay en el mundo que pueda sentir ni encarecer esto como es?
ORACIÓN PARA FINALIZAR
TODOS LOS DÍAS: