PALABRA DE DIOS
Y ORACIÓN MARIANA
Reflexión diaria acerca de la Palabra de
Dios.
Las plegarias marianas son una ayuda para meditar los
santos misterios narrados por la Escritura. Un medio de gran utilidad, por
ejemplo, es el rezo personal y comunitario del santo Rosario que recorre junto
a María los misterios de la vida de Cristo, favoreciendo así la memorización de
algunas expresiones significativas de la Escritura relacionadas con los
misterios de la vida de Cristo.
El rezo del Angelus Domini es una oración sencilla y
profunda que nos permite rememorar cotidianamente el misterio del Verbo
Encarnado, que la tradición nos invita a recitar por la mañana, a mediodía y en
el ocaso. En el rezo del Angelus Domini pedimos a Dios que, por intercesión de
María, nos sea dado también a nosotros el cumplir como Ella la voluntad de Dios
y acoger en nosotros su Palabra. Esta práctica puede ayudarnos a reforzar un
auténtico amor al misterio de la Encarnación.
Merecen también ser conocidas, estimadas y difundidas
algunas antiguas plegarias del oriente cristiano que, refiriéndose a la
Theotokos, a la Madre de Dios, recorren toda la historia de la salvación: el
Akathistos y la Paraklesis que son himnos de alabanza cantados en forma de
letanía, impregnados de fe eclesial y de referencias bíblicas, que ayudan a los
fieles a meditar con María los misterios de Cristo. Orar con estas palabras
ensancha el alma y la dispone para la paz que viene de lo alto, de Dios, esa
paz que es Cristo mismo, nacido de María para nuestra salvación.
Cfr. Verbum Domini, 88