Tú, María, Madre de mi Jesús,
que siempre fuiste llena de gracia y gozas con él en la
plenitud de su gloria, dame parte en tu gracia, para que pueda participar de tu
gloria.
Tú que siempre estuviste tan unida a él aquí en la tierra,
mantén siempre la unión de mi corazón con el corazón de Jesús.
Oh bendita de Dios entre todas las mujeres, que nos has dado a Jesús, el fruto bendito de
tu santo seno, dame tu bendición,
y que
él también me bendiga.