que dijiste a todo el mundo en tu cántico
que la humildad es precisamente la causa de tu gloria,
obtén para (estas hijas) para nosotros
que sean como Dios pide de (ellas) nosotros;
adómalas/nos de tus virtudes.
Tú eres Madre y Virgen al mismo tiempo.
(Ellas son también vírgenes.)
Ruegan, entonces, a tu Hijo, por las entrañas de tu vientre
en donde él estuvo alojado nueve meses,
que nos conceda esta gracia.