DÍA DÉCIMO TERCERO
El Corazón de María en la vida pública del Señor
MES DE AGOSTO
CONSAGRADO
AL PURÍSIMO E INMACULLADO
CORAZÓN DE MARÍA
PARA COMENZAR TODOS LOS DÍAS.
Por la señal... etc.
Acto de contrición. - Señor mío Jesucristo...
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
¡Dulcísimo e inmaculado Corazón de María! Lleno de filial ternura y confianza comparezco ante vuestra soberana presencia a rendiros Jos sinceros homenajes de mí pobre corazón y a pediros remedio para mis necesidades y gracia para conseguir mi eterna salvación. ¿Dónde hallaré amparo más seguro, voluntad más decidida para socorrerme que en la amantísima Madre de los pecadores; que los amó hasta entregar por ellos a la muerte a su Santísimo Hijo y Salvador? ¿Quién acudió jamás a este piadoso Corazón que no fuese favorablemente acogido? Oíd, Madre mía, las súplicas que durante este mes logre dirigiros. Dad luz a mi entendimiento para conocer vuestras excelencias y prerrogativas; moved mi voluntad para seguir vuestros ejemplos é imitar vuestras virtudes, prended en mi corazón una centella siquiera del amoroso incendio con que se consumió el vuestro de caridad con Dios y con los hombres, y concededme aquella devoción hacia Vos que es prenda segura de salvación. Amén.
Se lee y medita lo propio de cada día del mes.
DÍA DÉCIMO TERCERO
MEDITACIÓN
El Corazón de María en la vida pública del Señor
Pasma la vida oculta y silenciosa que llevó María Santísima durante la predicación del Salvador. Los Evangelistas que contaron la vida de Jesucristo y refirieron multitud de hechos de diversos personajes relacionados con él, guardan extraño silencio acerca de la Madre de Dios. Esta permanece en la sombra; de ella nunca apenas se habla hasta que la vemos junto a su Hijo sobre la cima del Calvario. Y, sin embargo, sabemos que seguía a Jesús, y que con Jesús estaba unida, cooperando en su Corazón a la obra mesiánica de su Hijo. ¡Ah! es que el ministerio de María era un ministerio oculto; es que convenía que ella desapareciese para que resaltase más la divina persona de su Hijo; que ella, por decirlo así, fuera nada para que Jesús lo fuese todo. La vida humilde, oculta y silenciosa es el secreto de las grandes almas. En el retiro de una vida obscura, pero unida estrechamente con Dios, se combinan y negocian esas grandes empresas de la gloria divina que después sorprenden por sus fecundos efectos. Es el manantial que corre bajo tierra fertilizando la campiña, y sale después a la superficie formando caudaloso río. Trabaje yo como el Corazón de María en su oculto apostolado: al paso que desaparezca lo que haya en mí de terreno, al paso que yo me humille y anonade, surgirá y crecerá la gloria de Dios.
¡Oh Corazón humilde y oculto de María! ¡Cuán diversamente obraste de los que aconsejaban a tu Hijo ostende te mundo, que se manifestase al mundo, con pompa y ostentación; amaste el silencio y obscuridad, y jamás hubo en ti asomo de jactancia y vanagloria cuando viste aclamado a tu Hijo por las turbas, o buscado para levantarle por rey! Haz que imite tus ejemplos y que ejerza mi apostolado donde Dios ha querido colocarme.
PARA FINALIZAR TODOS LOS DÍAS.
ASPIRACIONES
¡Corazón lucidísimo de María! Alumbradme.
¡Corazón purísimo de María! Limpiadme.
¡Corazón hermosísimo de María! Atraedme.
¡Corazón amorosísimo de María! Encendedme.
¡Corazón dulcísimo de María! Pacificadme.
¡Corazón afligidísimo de María! Compungidme.
¡Corazón fortísimo de María! Alentadme.
¡Corazón poderosísimo de María! Protegedme.
¡Corazón santísimo de María! En la hora tremenda de mi muerte y juicio, defendedme y mandadme ir a Vos.
Dulce Corazón de María, sed mi salvación.
ACTO DE REPARACIÓN ENSEÑANDO POR EL ÁNGEL DE LA PAZ A LOS PASTORCITOS DE FÁTIMA
Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo,
Os adoro profundamente y Os ofrezco
el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma
y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo,
presente en todos los sagrarios de la tierra,
en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias
con que Él mismo es ofendido
y por los méritos infinitos de su Sacratísimo Corazón
y del Corazón Inmaculado de María,
os pido la conversión de los pobres pecadores. Amén.
ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS
Bajo vuestra protección nos acogemos,
santa Madre de Dios; no desechéis nuestras súplicas ni os olvidéis de nuestras necesidades, sino libradnos siempre de todo peligro, Virgen gloriosa y Madre nuestra. Amén.
“Corazón Inmaculado de María,
rogad por nosotros.”
100 días de indulgencia cada vez, Pío IX
Ave María Purísima, sin pecado concebida.
Indulgencias en la devoción al Inmaculado Corazón de María en el mes de agosto.
A los fieles que, en cualquier día del mes de agosto, rezan algunas preces o practican algún otro ejercicio de piedad en honor del Inmaculado Corazón de María, se les concede: indulgencia de cinco años, una vez.
A los que practican el mismo ejercicio durante todo el referido mes, se les concede indulgencia plenaria en las condiciones de costumbre: confesión, comunión y oración por las intenciones del Santo Padre. (S.C. del S. Oficio, 13 de marzo de 1913; S. Penitenciaría Apostólica, 2 de junio de 1935).