DÍA CUARTO
Las contradicciones del Corazón de Jesús
MES DE JUNIO
EN HONOR AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
CON SANTA MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE
ORACIÓN PARA COMENZAR
TODOS LOS DÍAS:
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:
OFRECIMIENTO AL PADRE ETERNO.
Oración de Santa Margarita María Alacoque
Padre eterno, permitid que os ofrezca el Corazón de Jesucristo, vuestro Hijo muy amado, como se ofrece Él mismo, a Vos en sacrificio. Recibid esta ofrenda por mí, así como por todos los deseos, sentimientos, afectos y actos de este Sagrado Corazón. Todos son míos, pues Él se inmola por mí, y yo no quiero tener en adelante otros deseos que los suyos. Recibidlos para concederme por sus méritos todas las gracias que me son necesarias, sobre todo la gracia de la perseverancia final. Recibidlos como otros tantos actos de amor, de adoración y alabanza que ofrezco a vuestra Divina Majestad, pues por el Corazón de Jesús sois dignamente honrado y glorificado. Amén.
Se meditan los textos dispuestos para cada día.
DÍA CUARTO
Las contradicciones del Corazón de Jesús
MEDITACIÓN
Punto Primero ¡Qué contradicciones en el amor, quiere el divino Corazón de Jesús establecer su reinado en el mundo y elije para ello el instrumento más humilde: una pobre virgen sepultada en el silencio de un claustro! ¡Quiere reinar glorioso en el corazón de todos y se vale para conseguirlo, del dolor, de la humillación, del desprecio casi universal; quiere obrar grandes cosas por medio de sus criaturas, y para ello las anonada y destruye, con el fin de que no puedan atribuirse el triunfo!
¡Oh Corazón deifico, Corazón amante entre todos los corazones, cuán cierto es, que gustáis de confundir a los fuertes con los flacos, y manifestáis vuestro poder, mediante los pequeñuelos e ignorantes! Entrad, pues, en mi corazón, porque si vuestro obrar encierra tan grandes contradicciones en la apariencia, cosas grandes haréis con instrumento tan flaco. Entrad, os lo ruego, en él y de su flaqueza sacad vuestra fortaleza, de su pobreza vuestra riqueza y de su nada vuestro ser. Dadle a gustar, qué sea vuestro amor, vuestro sufrir, y vuestro gozar, a fin de que exclame, con vuestra amante Margarita María: «Con tal que Él reine y yo le ame, nada más necesito».
Punto Segundo. Cuál sea el pago que recibe el Sagrado Corazón de Jesús, por tanto como se ingenia su amor, Él mismo nos lo dice en las palabras que dirigió a la misma Margarita María. «Este es mi Corazón, le dijo, que tanto ha amado a los hombres, que no ha perdonado medio para manifestarles su amor, y no recibe de ellos sino desprecios, ingratitudes, sacrilegios y frialdades» Ved aquí la amorosa queja, que le arrancó nuestro desvío. ¿Y qué pide este amante divino? sólo una cosa que lo encierra todo, pide tu corazón, ruin y mezquino según sea.
¡Oh Corazón enamorado de los hombres, qué secretos son los de vuestro amor, que sin cesar os hace estar hambriento del amor de vuestras criaturas! ¡Será posible que os olvidéis así de vuestra dignidad, llegando hasta mendigar el miserable amor de una criatura!
¡Oh amor, amor despreciado, amor desconocido, amor olvidado! descansad en mi corazón, dándole parte de las ansias que os oprimen.
Jaculatoria ¡Mi corazón sólo desea, ver reinar al del amado Jesús!
Fórmula para consagrarse al Corazón de Jesús, propuesta por la Beata
Doy y consagro al Sagrado Corazón de Nuestro Señor Jesucristo mi persona, mi vida, penas y padecimientos, para no servirme de ninguna parte de mi ser, sino para amarle, honrarle y glorificarle. Esta es mi voluntad irrevocable, ser toda suya y hacer todo por su amor, renunciando de todo mi corazón a todo lo que pudiera desagradarle. Os tomo, pues, ¡oh Corazón de Jesús! por el único objeto de mi amor, el protector de mi vida, el garante de mi salvación, el remedio de mi inconstancia, el reparador de todos los defectos de mi vida, y mi asilo seguro en la hora de la muerte. Sed, pues, ¡oh Corazón bondadoso mi justificación para con Dios Padre, y alejad de mí, los rayos de su justa cólera. ¡Oh Corazón amoroso! pongo toda mi confianza en Vos, todo lo temo de mi debilidad, más todo lo espero de vuestra misericordia. Consumid en mí, cuanto os desagrade o resista, y que vuestro puro amor se imprima de tal manera en mi corazón, que jamás pueda olvidaros, ni ser separada de Vos. Os suplico por vuestra bondad misma, escribáis mi nombre en vuestro Corazón, pues que quiero hacer consistir mi dicha, en vivir y morir como vuestra esclava. Así sea.
PARA FINALIZAR
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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.
Santa Margarita María de Alacoque, ruega por nosotros.
Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.
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¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!
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Ave María Purísima, sin pecado concebida.