miércoles, 13 de noviembre de 2024

DÍA 14. RESURRECCIÓN DE LOS CUERPOS. NOVÍSIMOS Y ORACIÓN POR LOS DIFUNTOS

DÍA CATORCE.

Resurrección de los cuerpos.

BREVES MEDITACIONES SOBRE LOS NOVÍSIMOS

P. Juan Pedro Pinamonte, S.I.

y oración por los difuntos

 

ORACIÓN INCIAL

Por la señal…

 

Pongámonos en la presencia de Dios y adoremos su Divina Majestad.

 

Oh Dios mío, que condenándonos a la muerte, nos habéis ocultado el momento y la hora, haced que viviendo santamente todos los días de nuestra vida, merezcamos una muerte dichosa, abrasados en vuestro divino amor.

Haced que la meditación de las verdades últimas de la existencia del hombre sobre la tierra, nos sirvan de estímulo para arrepentirnos y detestar el pecado, y resolvernos a vivir y practicar la virtud.

Por los méritos de Nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina con Vos, en unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

 

Se leen los puntos para cada día.

 

DÍA CATORCE.

Resurrección de los cuerpos.

Al espantoso sonido de las trompetas Angélicas.

1.- Resucitará infaliblemente este mi cuerpo de aquel mismo lugar donde estará sepultado.

2.- Para volverse á unir a este mi cuerpo, vendrá el alma, o del Cielo, o del Infierno.

3.- Unida el alma, quedará también inmortal el cuerpo. Pero ¿con qué inmortalidad? Malditos en aquella hora todos los placeres, y gustos de esta vida; bendita para siempre la penitencia.

 

FRUTO.

Haced en este día alguna mortificación, como ayuno, cilicio, & c. privaos de algún gusto, y refrenad los sentidos, singularmente los ojos, apartándolos de toda vana curiosidad. Tres cruces con la lengua en tierra, en penitencia de las malas palabras.

 

PARA FINALIZAR

Por el eterno descanso de los difuntos y las benditas almas del purgatorio:

Pater noster…

V/ . Libra, Señor, sus almas.

R/. De las penas del infierno.

V/. Descansen en paz.

R/. Amén.

V/. Señor, escucha mi oración.

R/. Y llegue a ti mi clamor.

V/ . El Señor esté con vosotros.

R/. Y con tu espíritu.

 

Oremos:

Oh Dios, que otorgas el perdón y buscas la salvación de los hombres, pedimos a tu clemencia por la intercesión de la Bienaventurada Virgen María y de todos tus santos, para las almas de tus siervos que han salido de este mundo, la gracia de tener parte en la beatitud eterna: principalmente para las almas de mis familiares, amigos y bienhechores difuntos, y de aquellas más necesitadas y olvidadas. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

 

V/. Concédeles, Señor, el descanso eterno.

R/. Y brille sobre ellos la luz eterna.

V/. Descansen en paz.

R/. Amén.

 

V/. Por la misericordia de Dios y la intercesión de la Virgen María las almas de todos los fieles difuntos descansen en paz.

R/. Amén.

PARÁBOLA DE LOS OBREROS DE LA VIÑA. JUEVES DE LA VIGESIMOQUINTA SEMANA DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 


PARÁBOLA DE LOS OBREROS DE LA VIÑA.

JUEVES DE LA VIGESIMOQUINTA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

 

MEDITACIONES

PARA EL TIEMPO  DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

DE LA OBRA “VIDA Y DOCTRINA DE JESUCRISTO

SACADA DE LOS CUATRO EVANGELISTAS

Y DISTRIBUIDA EN MATERIA DE MEDITACIÓN

PARA TODOS LOS DÍAS” DEL P. NICOLÁS AVANCINI

 

ORACIÓN PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:

  

 “Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.

    Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”

 

Se meditan los tres puntos dispuestos para cada día.

 

JUEVES DE LA VIGESIMOQUINTA SEMANA

DESPUÉS DE PENTECOSTÉS.

PARÁBOLA DE LOS OBREROS DE LA VIÑA.

 

1.- Es semejante el reino de los cielos a un hombre, padre de familia (este es Dios) que salió muy de mañana, y cerca la hora de tercia, sexta y nona (en toda edad de los hombres) a alquilar obreros para su viña (1), o para el estado particular de cada uno. Salió también cerca de la hora undécima y halló otros que se estaban en, pie, y les dice: ¿Para que estáis aquí todo el día ociosos? Considera que has sido llamado a la viña en la Religión,* tú en el cristianismo, otros en esta dignidad y cargo, etc. Da gracias por ello. Pero mira que no estés ocioso, si acaso antes lo fuiste. Ninguna cosa es más tuya, que el tiempo, cuyo uso sólo de ti pende, para que cada instante puedas emplearle en procurar vida o muerte. Pero no hay cosa también, que sea menos tuya, que el tiempo del cual, como asimismo de tu vida, te está prohibido el mal uso. Porque lo que vivimos, para Dios lo vivimos. Y ¿cuánto tiempo pierdes en pláticas ociosas? Tanta gloria en toda hora desprecias, cuantos bienes podías hacer en ella, te dice san Buenaventura(2)

2.- Siendo pues, ya tarde (3) (en el primer instante después de la muerte) dijo al procurador de la viña: Llama a los obreros y dales su jornal. ¡De cuánto consuelo esta palabra será! Pero sólo a los obreros que no estuvieron ociosos. Considera continuamente el fin de aquel día: corren los tiempos para llegar al fin (4). Da, pues, a todos igual la paga, aunque unos hayan trabaja­ do por corto otros por largo tiempo. Porque Dios atiende en la obra más al fervor y pureza de intención que al tiempo que en ella se gasta. Vengas, pues a la mañana o a la tarde, recibirás la paga a medida de tu fervor. Note lisonjees con los años de Religión,* con el mucho tiempo de vida en el cristianismo; porque Dios pesa sólo el fruto de la enmienda.

3.- Viniendo, pues, los primeros a recibir su jornal, murmuraban (5). Este es el defecto de los viejos tibios. Juzgan que se les debe más, porque son más antiguos en la Religión.* En el siglo gruñen, porque todo se les debe a sus canas; que ningún otro ha de ser atendido; que todos han de sufrir su mal genio, etc. Nosotros que llevamos el peso del día y del calor. Desprecian a los demás. Estos últimos no trabajaron sino una hora. Estos mozos que nacieron ayer, etc. Y no cotejan su tibieza con el fervor de aquellos. Finalmente, los envidian, Los hiciste iguales a nosotros, si algo se le concede a un mozo benemérito, si se le alaba, etc. A los cuales con razón se le responde: Amigo, a ti no te hago injuria. Estén lejos de ti tales quejas. Mas antes, como estás adelantado en tiempo, así has de estar crecido en méritos y virtudes.

 

(1) Matth., 20. (2) Lib. 1 de prof. Relig., c. 13. (3) Matth., 20. (4) Deut., 32. (5) Matth., 20.

 

ORACIÓN PARA FINALIZAR

TODOS LOS DÍAS:

Os doy gracias, Dios mío, por los buenos pensamientos, afectos y propósitos que me habéis inspirado en este rato de oración…

Todo os lo ofrezco a vuestra mayor honra y gloria… y os pido gracia eficaz para ponerlos por obra…

¡Oh Padre Eterno! Por Jesús, por María, por José y Teresa de Jesús dadme gracia ahora y siempre para cumplir en todas las cosas vuestra santísima voluntad. Amen."

 

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

***

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.

Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.

Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.

Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.

***

¡Querido hermano, si te ha gustado esta meditación, compártela con tus familiares y amigos!

***

Ave María Purísima, sin pecado concebida.

14 de noviembre. SAN LORENZO DE DUBLÍN Y MEDITACIÓN SOBRE LA FELICIDAD DE LOS MALOS y LAS AFLICCIONES DE LOS JUSTOS

14 de noviembre
SAN LORENZO DE DUBLIN, Obispo Confesor

Vosotros al presente a la verdad padecéis tristeza;
pero yo volveré a visitaros, y vuestro corazón
se bañará en gozo, y nadie os quitará vuestro gozo.
(Juan, 16).

A la edad de diez años, el joven Lorenzo, irlandés, debió ser entregado por su padre como rehén, y fue cruelmente maltratado por espacio de dos años. Pidió, después, entrar al convento de Glendalough, del que llegó a ser abad a los 25 años de edad, para ser elevado a la sede arzobispal de Dublín trece años después. Gobernó su abadía como su iglesia, en los tiempos más difíciles, Con admirable piedad y gran sabiduría. Murió en Eu, en Normandía, en el curso de un viaje, el 14 de noviembre de 1180.

MEDITACIÓN SOBRE LA FELICIDAD DE LOS MALOS
y LAS AFLICCIONES DE LOS JUSTOS

I. Aquí abajo los malos a menudo nadan en prosperidad y abundancia. Dios previendo que serán condenados por sus crímenes, les concede esta felicidad temporal para recompensar algunas buenas acciones que han hecho. ¡Dichosos de este mundo, temblad y llorad! Dios os trata como a un enfermo desahuciado a quien el médico permite todo lo que desea. Son víctimas que se prepara y que se corona de flores antes de inmolarlas. (Minucio Félix).

II. Los justos, por el contrario, a menudo son afligidos en este mundo, porque su Padre celestial no quiere que los bienes de la tierra les arrebaten los del cielo. Alegraos, pues, vosotros que sois pobres y estáis afligidos, porque las aflicciones que os hacen gemir señal son de predestinación. Os apegaríais a los placeres de la tierra, no pensaríais en las delicias del paraíso, si en este mundo tuvieseis todo lo que deseáis. Los males que nos abruman aquí nos urgen ir a Dios. (San Gregorio).

III. El teatro cambiará de escena tanto para el justo como para el impío. El impío ha gozado durante su vida: una tristeza eterna sucederá a este gozo de un momento. Justos, habéis vivido en la tribulación: consolaos. Dios os colmará de un gozo eterno; necesariamente hay que sufrir en este mundo o en el otro. Las cosas deben cambiar de faz; ellos gozan y nosotros estamos en la tristeza; lloremos, pues, mientras ellos están alegres, a fin de estar alegres cuando ellos viertan lágrimas. (Tertuliano) .

La paciencia
Orad por los que están afligidos.

ORACIÓN

Escuchad, Señor, las oraciones que os dirigimos en la fiesta del bienaventurado Lorenzo, vuestro confesor y pontífice; y por los méritos de aquél que tan dignamente os ha servido, perdonadnos nuestros pecados. Por J. C. N. S. Amén.

martes, 12 de noviembre de 2024

DÍA 13. SEÑALES DEL JUICIO UNIVERSAL. NOVÍSIMOS Y ORACIÓN POR LOS DIFUNTOS

DÍA TRECE.

Señales del Juicio universal.

BREVES MEDITACIONES SOBRE LOS NOVÍSIMOS

P. Juan Pedro Pinamonte, S.I.

y oración por los difuntos

 

ORACIÓN INCIAL

Por la señal…

 

Pongámonos en la presencia de Dios y adoremos su Divina Majestad.

 

Oh Dios mío, que condenándonos a la muerte, nos habéis ocultado el momento y la hora, haced que viviendo santamente todos los días de nuestra vida, merezcamos una muerte dichosa, abrasados en vuestro divino amor.

Haced que la meditación de las verdades últimas de la existencia del hombre sobre la tierra, nos sirvan de estímulo para arrepentirnos y detestar el pecado, y resolvernos a vivir y practicar la virtud.

Por los méritos de Nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina con Vos, en unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

 

Se leen los puntos para cada día.

DÍA TRECE.

Señales del Juicio universal.

Las señales que precederán al Juicio son de fe, porque las predijo nuestro Redentor.

1.- Serán muchísimas: El Sol obscurecido, y envuelto en densas tinieblas, la Luna eclipsada, y manchada de negra sangre; las Estrellas caerán; el Mar bramará; la Tierra se abrirá en profundísimos boquerones; terremotos, guerras, pestilencias, discordias, & c.

2.- Serán repentinas, y no esperadas; cuando menos lo pensará el mundo; cuando más se pecará en el mundo; y cuando el mundo ya no tendrá tiempo de enmendarse.

3.- Serán terribles: Lloverá del Cielo un fuego devorador, que sepultará en sus llamas hombres, animales, y plantas, ciudades, fortalezas, palacios, jardines; en una palabra, todo el mundo. ¡Oh que incendio! Si temblarán de asombro las criaturas insensibles, ¿qué harán entonces los pecadores?

 

FRUTO.

En este día ejercitareis tres actos.

1. De temor de la Divina Justicia.

2. De contrición de vuestros pecados.

3. De un reverente, y filial recurso a la Divina misericordia. Concluiréis con tres Pater noster y Ave Maria.

 

PARA FINALIZAR

Por el eterno descanso de los difuntos y las benditas almas del purgatorio:

Pater noster…

V/ . Libra, Señor, sus almas.

R/. De las penas del infierno.

V/. Descansen en paz.

R/. Amén.

V/. Señor, escucha mi oración.

R/. Y llegue a ti mi clamor.

V/ . El Señor esté con vosotros.

R/. Y con tu espíritu.

 

Oremos:

Oh Dios, que otorgas el perdón y buscas la salvación de los hombres, pedimos a tu clemencia por la intercesión de la Bienaventurada Virgen María y de todos tus santos, para las almas de tus siervos que han salido de este mundo, la gracia de tener parte en la beatitud eterna: principalmente para las almas de mis familiares, amigos y bienhechores difuntos, y de aquellas más necesitadas y olvidadas. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

 

V/. Concédeles, Señor, el descanso eterno.

R/. Y brille sobre ellos la luz eterna.

V/. Descansen en paz.

R/. Amén.

 

V/. Por la misericordia de Dios y la intercesión de la Virgen María las almas de todos los fieles difuntos descansen en paz.

R/. Amén.