DÍA 28.
TRES ADVERTENCIAS PARA EL REZO DEL ROSARIO
MES DE OCTUBRE EN HONOR
A LA SANTÍSIMA VIRGEN,
REINA DEL SANTO ROSARIO
ORACION INCIAL
+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
¡Oh Madre y clementísima Virgen del Rosario! Vos que plantasteis en la Iglesia, por medio de vuestro privilegiado hijo Domingo, el místico árbol del Santo Rosario, haced que abracemos todos tu santa devoción y gocemos su verdadero espíritu; de suerte que aquellas místicas rosas sean en nuestros labios y corazón, por los pecadores medicina, y por los justos aumento de gracia.
Amén.
DÍA 28.
TRES ADVERTENCIAS PARA EL REZO DEL ROSARIO
de la obra “El secreto admirable del Rosario”
de San Luis María Grignion de Montfort
Es preciso también advertir tres cosas.
La primera, que si deseáis inscribiros en la Cofradía del Rosario cotidiano y participar de las oraciones y méritos de los que están en ella, no basta con ser inscrito en la Cofradía del Rosario ordinario o tomar solamente la resolución de rezar el Rosario todos los días; es preciso además dar vuestro nombre a los que tienen potestad para inscribiros; y es conveniente confesar y comulgar en la ocasión de ser recibidos cofrades por esta intención. La razón de la mencionada advertencia consiste en que el Rosario ordinario no envuelve el cotidiano, pero el Rosario cotidiano implica el ordinario.
Lo segundo que debe tenerse en cuenta es: que no hay, absolutamente hablando, ningún pecado, ni aun venial, en faltar de rezar el Rosario diario, ni el semanal, ni el anual.
Y lo tercero, que cuando la enfermedad, obediencia legítima, necesidad u olvido involuntario son causa de que no podáis rezar el Rosario, no dejáis por eso de tener su mérito y no perdéis la participación en los Rosarios de los otros cofrades; y por tanto no es necesario en absoluto que al día siguiente recéis dos Rosarios para suplir al que habéis faltado, sin culpa vuestra según yo supongo. Si, no obstante, la enfermedad os permitiera rezar una parte del Rosario, debéis rezarla. "Beati qui stant coram te semper." "Beati qui habitant in domo tua, Domine, in saecula saeculorum laudabunt te”. Bienaventurados, oh Jesús, Señor nuestro, los cofrades del Rosario cotidiano, que todos los días están alrededor vuestro y en vuestra casita de Nazaret alrededor de vuestra cruz sobre el Calvario y alrededor de vuestro trono en los cielos, para meditar y contemplar vuestros misterios gozosos, dolorosos y gloriosos. ¡Oh, qué felices son en la tierra por las gracias especiales que les comunicáis y qué dichosos serán en el cielo, donde os alabarán de modo especial por los siglos de los siglos!
Además es preciso rezar el Rosario con fe, según las palabras de Jesucristo: "Credite quia accipietis et fiet vobis”: Creed que recibiréis de Dios lo que le pidáis, y os escuchará. Os dirá: "Sicut credidisti, fiat tibi”. Hágase como has creído. "Si quis indiget sapientiam, postulet a Deo; postulet autem in fide nihil haesitans": Si alguno necesita sabiduría, que la pida a Dios con fe, sin dudar, rezando el Rosario, y se le dará.
Es también necesario rezar con humildad, como el publicano que estaba con las dos rodillas en tierra, y no con una rodilla en el aire o sobre un banco, como los mundanos; estaba al fondo de la iglesia, y no en el santuario, como el fariseo; tenía los ojos bajos hacia el suelo, sin atreverse a mirar al cielo, y no con la cabeza levantada, mirando acá y allá, como el fariseo; y golpeaba su pecho confesándose pecador y pidiendo perdón: "Propitius esto mihi peccatori", y no como el fariseo, que se vanagloriaba de sus buenas obras, despreciando a los demás en sus oraciones. Guardaos de la orgullosa oración del fariseo que le volvía más endurecido y maldito; imitad, en cambio, la humildad del publicano en su oración, que le obtuvo la remisión de sus pecados.
Tened cuidado en no tender a lo extraordinario y de no pedir y desear conocimientos extraordinarios, visiones, revelaciones y otras gracias milagrosas que algunas veces se han comunicado a ciertos santos en el rezo del Rosario. "Sola fides sufficit", la fe sola es suficiente en la actualidad, puesto que el Evangelio y todas las devociones y prácticas de piedad son suficientemente establecidas.
No omitáis jamás la más mínima parte del Rosario en vuestros desalientos, sequedades y decaimientos interiores; eso sería señal de orgullo e infidelidad; sino, como bravos campeones de Jesús y María, sin ver, sentir, ni gustar nada, rezad en medio de toda vuestra sequedad el padrenuestro y el avemaría, pensando lo mejor que podáis en los misterios.
No deseéis los bombones y golosinas de los niños para comer vuestro pan cotidiano, y para imitar con más perfección a Jesucristo en su agonía, prolongad vuestro Rosario cuando tengáis más trabajo para rezarlo: "Factus in agonia prolixius orabat"; para que pueda aplicarse a vosotros lo dicho de Jesucristo cuando estaba en la agonía de la oración: oraba más largamente.
En fin, orad con mucha confianza, fundada en la bondad y liberalidad infinita de Dios y en las promesas de Jesucristo. Dios es un manantial de agua viva que afluye al corazón de los que oran. Jesucristo es el pecho del Padre Eterno, lleno de la leche de la gracia y de la verdad; el mayor deseo del Padre Eterno con relación a nosotros es comunicarnos las aguas saludables de su gracia y misericordia; y exclama: "Omnes sitientes venite ad aquas": Venid a beber de mis aguas por la oración; y cuando no se le pide, se lamenta de que se le abandona: "Me dereliquerunt fontem aquae vivae". Se proporciona un gran placer a Jesucristo pidiéndole sus gracias; y mayor satisfacción todavía que procura a las madres naturales dar a sus hijos el néctar de sus pechos. La oración es el canal de la gracia de Dios y a modo de pecho maternal de Jesucristo. Si no se acude a ella como deben hacerlo todos los hijos de Dios, Jesucristo se queja amorosamente: "Usque modo non petistis quidquam, petite et accipietis, quaerite et invenietis, pulsate et aperietur vobis": Hasta ahora nada me habéis pedido: pedidme y os daré, buscad y encontraréis, llamad a mi puerta, que yo os la abriré. Y para animarnos más a rogarle con confianza, empeña su palabra de que el Eterno Padre nos concederá cuanto le pidamos en su nombre: en el nombre de Jesús.
ORACION FINAL
¡Oh Santísima Virgen, Madre de Dios, dulce refugio y consuelo piadoso de todos los afligidos! Por aquella confianza y autoridad de Madre con que podéis presentar nuestros ruegos al que es árbitro soberano de nuestro bien, empeñad una y otra en favor nuestro. Conseguidnos el reformar con el Santo Rosario nuestras vidas, estudiando en tan dulce libro la fiel imitación de vuestro Hijo Jesús, hasta que podamos adorarlo y amarlo por todos los siglos de los siglos. Amén.
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Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.
Santo Domingo de Guzman, ruega por nosotros.
San Luis María Grignion de Montfort, ruega por nosotros.
Todos los santos y santas de Dios devotos del santo Rosario, rogad por nosotros.
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¡Querido hermano, no dejes de honrar en este día a la Santísima Virgen con el rezo del santo Rosario! Recuerda que el peor rosario, es el que no se reza.
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Ave María Purísima, sin pecado concebida.
PARA REZAR EL ROSARIO:
· Misterios gozosos (lunes y jueves) https://youtu.be/CAgyK7cQ3zQ
· Misterios dolorosos (martes y viernes) https://youtu.be/94aYZr6Rbqo
· Misterios gloriosos (miércoles, sábado y domingo) https://youtu.be/2kIWhrSCwKQ
· Si se rezan los luminosos, se hacen los jueves: https://youtu.be/1kh4RWLIYBc
Rosario con misterios meditados:
· Misterios gozosos https://youtu.be/zEF-i1LIBwA?si=BC41sko-DFDymYpt
· Misterios dolorosos https://youtu.be/wVP5GAikQ5E?si=THfzqCPkmMdr4OXY
· Misterios gloriosos https://youtu.be/R9SmKF1ZfzI?si=IGoaW-R7gjnCLy8D