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lunes, 8 de julio de 2024

9 de julio.- LE SALVA DE DOS RABIOSOS ALANOS. MES DE JULIO EN HONOR A LA VIRGEN DEL CARMEN

 


9 de julio

LE SALVA DE DOS RABIOSOS ALANOS

“Prodigios del Escapulario” del P. Rafael María López-Melús.

 

MES DE JULIO EN HONOR

A LA VIRGEN DEL CARMEN

 

Por la señal de la santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Oración inicial

Oh Virgen María, Madre de Dios y Madre también de los pecadores, y especial Protectora de los que visten tu sagrado Escapulario; por lo que su divina Majestad te engrandeció, escogiéndote para verdadera Madre suya, te suplico me alcances de tu querido Hijo el perdón de mis pecados, la enmienda de mi vida, la salvación de mi alma, el remedio de mis necesidades, el consuelo de mis aflicciones y la gracia especial que pido en este ejercicio consagrado a vuestra devoción, si conviene para su mayor honra y gloria, y bien de mi alma: que yo, Señora, para conseguirlo me valgo de vuestra intercesión poderosa, y quisiera tener el espíritu de todos los ángeles, santos y justos a fin de poder alabarte dignamente; y uniendo mis voces con sus afectos, te saludo una y mil veces, diciendo:

3 Avemarías

9 de julio

LE SALVA DE DOS RABIOSOS ALANOS

“Prodigios del Escapulario” del P. Rafael María López-Melús.

 

El Padre Teófilo Raynaud, de la Compañía de Jesús, refiere un caso sucedido en su tiempo a la religiosa Sor María Martina, Superiora del Real Convento de los Mártires de París, y que él escuchó de sus mismos labios.

Bajando dicha religiosa muy de mañana, el día de la Purísima Concepción, a una pieza baja del convento, muy cerca de los sótanos y de la carbonera, a recoger unas cosas que le eran indispensables, hallóse de improviso acometida por dos alanos, que tenían para guardar la huerta del convento y que no la conocieron.

Acometiéndola con furia y rabia los dos animales, arrojáronla al suelo y a dentelladas la despojaron de casi toda la ropa. Gruñendo y dándole manotazos salvajes trataron de quitarle el Escapulario del Carmen, más sin llegar a conseguirlo. Ella daba gritos y voces desesperadas, pero sin que llegase a ser percibida de ninguna de las hermanas, por hallarse el sitio muy apartado de los dormitorios y del coro, donde debía hallarse entonces casi toda la Comunidad.

No desatendió María Santísima el desamparo y la tribulación en que se encontraba su sierva, y así quiso que el alano que estaba a punto de ahogarla soltase al punto su presa y corriendo uno y otro, dando fuertes y dolorosos aullidos, cual si estuviesen poseídos del demonio, fueron a tirarse en una acequia, donde perecieron ahogados.

Recobrada un tanto la religiosa, salió como pudo de la covacha, y aunque hubiese querido o pretendido ocultar a sus hijas el prodigio, no pudo hacerlo, y con lágrimas del más profundo y sincero agradecimiento, les rogó que la acompañasen al coro para entonar un Magníficat a la Santísima Virgen por el beneficio sin par que acababa de otorgarle esta dulcísima y amorosa Madre.

Oración final para todos los días

Infinitas gracias os damos, soberana Princesa, por los favores que todos los días recibimos de vuestra benéfica mano; dignaos, Señora, tenernos ahora y siempre bajo vuestra protección y amparo; y para más obligaros, os saludamos con una Salve:

 

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima! ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

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Querido hermano comparte esta devoción con tus familiares y amigos para que muchos conozcan y amen a la Virgen.

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Nuestra Señora del Carmen, ruega por nosotros.

Ave María Purísima, sin pecado concebida.