sábado, 5 de abril de 2025

6. MISERIAS DE LA VIDA HUMANA: MUDABLE Y ENGAÑOSA. SAN PEDRO DE ALCÁNTARA

6

SOBRE LAS MISERIAS DE LA VIDA HUMANA:

MUDABLE Y ENGAÑOSA

 

MEDITACIONES

SOBRE LAS VERDADES ETERNAS

Y LA PASIÓN DEL SEÑOR

PARA PEDIR EL AMOR DE DIOS 

San Pedro de Alcántara

 

ORACIÓN PARA COMENZAR

TODOS LOS DÍAS:

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Poniéndonos en la presencia de Dios, adoremos su majestad infinita, y digamos con humildad:

  

 “Omnipotente Dios y Señor y Padre mío amorosísimo, yo creo que por razón de tu inmensidad estás aquí presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, en medio de mi corazón, viendo los más ocultos pensamientos y afectos de mi alma, sin poder esconderme de tus divinos ojos.

    Te adoro con la más profunda humildad y reverencia, desde el abismo de mi miseria y de mi nada, y os pido perdón de todos mis pecados que detesto con toda mi alma, y os pido gracias para hacer con provecho esta meditación que ofrezco a vuestra mayor gloria… ¡Oh Padre eterno! Por Jesús, por María, por José y todos los santos enseñadme a orar para conocerme y conoceros, para amaros siempre y haceros siempre amar. Amén.”

 

Se meditan los puntos dispuestos para cada día.

6

SOBRE LAS MISERIAS DE LA VIDA HUMANA:

MUDABLE Y ENGAÑOSA

Del tratado de la oración y meditación

de san Pedro de Alcántara

Continuamos pensando en las miserias de la vida humana. Considera hoy un cuarto aspecto: cuán mudable es y cómo nunca permanece en un mismo ser. Para lo cual debes considerar cuánta sea la mudanza de nuestros cuerpos, los cuales nunca permanecen en una misma salud y disposición, y cuánto mayor la de los ánimos, que siempre andan como la mar alterados con diversos vientos y olas de pasiones y apetitos y cuidados que a cada hora nos perturban y, finalmente, cuántas sean las mudanzas que dicen de la fortuna, que nunca consiente mucho permanecer, ni en un mismo estado, ni en una misma prosperidad y alegría las cosas de la vida humana, sino siempre rueda de un lugar a otro. Y, sobre todo esto, considera cuán continuo sea el movimiento de nuestra vida, pues día y noche nunca para, sino siempre va perdiendo de su derecho. Según esto, ¿qué es nuestra vida sino una candela, que siempre se está gastando, y  mientras más arde y resplandece, más se gasta? (Iob.14,2): ¿ Qué es nuestra vida, sino una flor que abre a la mañana y al medio día se marchita, y a la tarde se seca?

Pues por razón de esta continua mudanza, dice Dios por Isaías (Is.40,6): Toda carne es heno, y toda la gloria de ella es como la flor del campo. Sobre las cuales palabras dice San Jerónimo: Verdaderamente, quien considerare la fragilidad de nuestra carne, y cómo en todos los puntos y momentos de tiempo crecemos y decrecemos, sin jamás permanecer en un mismo estado, y cómo esto que ahora estamos hablando, trazando y escudriñando, se está quitando de nuestra vida, no dudará llamar a nuestra carne heno, y toda su gloria como la flor del campo. El que ahora es niño de teta, súbitamente se hace muchacho, y el muchacho, mozo, y el mozo muy pronto llega a la vejez, y primero se halla viejo que se maraville de ver cómo ya no es mozo. Y la mujer hermosa, que llevaba tras sí las manadas de los mozuelos locos, muy presto descubre la frente arada con arrugas, y la que antes era amable, de ahí a poco viene a ser aborrecible.

Considera el quinto aspecto de las miserias de esta vida: cuán engañosa sea (que por ventura es lo peor que tiene, pues a tantos engaña, y tantos y tan ciegos amadores lleva tras sí), pues siendo fea nos parece hermosa, siendo amarga nos parece dulce, siendo breve, a cada uno la suya, le parece larga, y siendo tan miserable, parece tan amable, que no hay peligro ni trabajo a que no se pongan los hombres por ella, aunque sea con detrimento de la vida perdurable, haciendo cosas por donde vengan a perder la vida perdurable.

 

ORACIÓN PARA FINALIZAR

TODOS LOS DÍAS:

 

PETICIÓN ESPECIAL DEL AMOR DE DIOS. San Pedro de Alcántara

6 DE ABRIL. SAN CELESTINO I, PAPA (+432)

 


06 DE ABRIL

SAN CELESTINO I

PAPA (+432)

SAN Celestino es el afortunado autor del Santa María; esa bella plegaria —aprendida casi en la cuna— que tantas veces hemos rezado a lo largo. de nuestra vida. Este solo hecho bastaría para dar a su nombre un puesto de honor en la Hagiografía eclesiástica, como se lo ha dado en el arte cristiano durante catorce siglos. Sin embargo, el relieve potísimo de su semblanza lo constituye su posición de vanguardia —llena de elegante entereza— frente a las herejías...

Sangre real corre por sus venas. Su padre, Prisco, está emparentado con el emperador Valentiniano. Sabemos que ha nacido en Campania —Nápoles — próximo a expirar, con el siglo IV, el imperio de Teodosio II; pero su infancia y juventud son casi un enigma para nosotros, que no damos demasiada fe a ciertas noticias biográficas que corren por los libros. Con todo, su preclara madurez nos permite conjeturar fundadamente lo que haya sido, a saber: una vida de estudio, aureolada de esa santa inquietud, dinamismo y eterna insatisfacción de las almas selectas, que le merece, primero, el universal aplauso, y luego, la exaltación a la más alta dignidad que el hombre puede ostentar en la tierra: el Sumo Pontificado. El hecho de que, en plena juventud, haya sido sublimado a la sede episcopal de Siria, es de por sí bastante elocuente, si se advierte que, Celestino, tal como hoy le conocemos, sólo por sus propios merecimientos, y sin duda contra su voluntad, puede haber conquistado tan alto honor. Es más: el pastor solícito y vigilante de su grey no tarda en ser condecorado con la púrpura cardenalicia...

Ahora empieza a perfilarse claro para nosotros su ideal: conservar incólume el depósito sagrado de la fe, alejar al pueblo de la herejía, reformar las costumbres, instruir a todos con su palabra llena de elocuencia y apostólica unción, volar, en alas de una solicitud heroica, a donde el bienestar de los católicos demande su presencia consoladora. Cuando no pueda ir personalmente, enviará sus escritos — sus célebres Cartas—, llenos de paternales alientos, o sus rentas para los pobres, o, en último término, hará sus veces la fama de su ejemplo e integridad de vida. Cierto: no faltan a su celo entorpecimientos y sinsabores; pero, pastor pacífico y pacificador, se hace todo para todos «a fin de ganarlos a todos para Jesucristo». Lo que no le impide, cuando es necesario, imponer su autoridad pastoral. Porque, eso sí, aunque en lo accidental su caridad le hace ser dúctil y transigente, en los principios es inflexible, inquebrantable.

El año 422, la Iglesia de Roma, que tenía un alto concepto de la virtud y capacidad de gobierno de Celestino, lo aclamó unánimemente para suceder a Bonifacio I en la Cátedra de Pedro. Acertada elección: la década de su Pontificado sería gloriosa en los fastos del Catolicismo. Indudablemente, era el Pastor que necesitaba la Iglesia en aquellos tiempos de cisma y arbitrariedad. Pronto lo demostraría en ocasión memorable.

La obra del papa Celestino I es notable en todos sus aspectos. Un hecho cumbre señala, sin embargo, su paso por la Sede Apostólica: la defensa y proclamación del dogma de la Divina Maternidad de María en el tercer Concilio ecuménico —Éfeso, 431—. Mientras el heresiarca Nestorio sale para el destierro, los Obispos católicos son paseados en triunfo por las calles de la Ciudad entre el júbilo de la multitud que, en un desbordamiento de piedad filial hacia la Virgen, repite entusiasmada las palabras del Papa: Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte...

Admirables son también sus Decretales, monumento de disciplina pastoral. En la más luminosa de todas —la dirigida a Venerio, Marino... et cæteris Galliarum epíscopis— reprende a ciertos eclesiásticos por suscitar cuestiones temerarias y exalta con entusiasmo la doctrina de San Agustín. «No permitamos —les dice— sembrar en nuestra tierra otro grano que el que nos ha dejado en depósito el Divino Sembrador». En otra epístola a los Obispos de Viena y Narbona, declama con energía contra aquellos que rehúsan la absolución in artículo mortis al pecador arrepentido.

Pero aún va más lejos la labor pontificial de San Celestino. Sus trabajos litúrgicos, canónicos y artísticos son también notables: introduce en la Misa el salmo Júdica me, Deus y el Gradual; regula los derechos de los Metropolitanos sobre sus sufragáneos, y los mosaicos de sus iglesias —testimonio irrecusable de su amor al arte, de su fervor mariano y de la antigüedad del culto a las imágenes— pregonan, al cabo de quince siglos, las glorias de María, Madre de Dios. En suma: por efecto de su celo abrasado, vuelve la Iglesia a aquel su primitivo esplendor y serenidad que oscureciera el funesto cisma motivado por Eulalio, antipapa de Bonifacio I.

Tan extraordinaria actividad agotó sus fuerzas. Después de diez años de luchas contra los pelagianos, durante los cuales envió a Inglaterra misioneros tan insignes como San Germán de Auxerre, San Paladio y San Patricio, murió en olor de santidad el 6 de abril del año 432. Sobre su sepulcro —en el cementerio de Priscila— manos piadosas grabaron este bello epitafio: «Sepulcro del cuerpo de Celestino. Sus cenizas esperan aquí la resurrección del Señor. La tierra cubre lo terreno; su alma santísima goza ya de la visión de Dios».

EL ROSARIO DE HOY PRIMER SÁBADO DE MES EN REPARACIÓN DEL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA CON SAN RAFAEL ARNAIZ

 

Santo Rosario.

Por la señal... 

Monición inicial: 

Hoy, primer sábado de mes, ofrecemos este rosario en reparación al Corazón Inmaculado de María respondiendo así a su llamada en la ciudad de Pontevedra (ESPAÑA) a Sor Lucía, a quien la Virgen se apareció en Fátima: "Mira, hija mía, mi Corazón cercado de espinas que los hombres ingratos me clavan sin cesar con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme y di que a todos los que, durante cinco meses, en el primer sábado, se confiesen, reciban la Sagrada Comunión, recen el Rosario y me hagan compañía durante 15 minutos meditando en los misterios del rosario con el fin de desagraviarme les prometo asistir en la hora de la muerte con las gracias necesarias para su salvación."

Ofrecemos el rosario como acto de reparación:

-por las blasfemias y ultrajes que se cometen contra la Inmaculada Concepción de María.

-por las blasfemias y ultrajes que se cometen contra la Virginidad perpetua de Nuestra Señora.

-por las blasfemias y ultrajes que se cometen contra la maternidad divina de María, rechazando al mismo tiempo recibirla como Madre de los hombres.

-por aquellos que infunden en los niños y en los jóvenes el desprecio hacia la Virgen Inmaculada.

-por aquellos que ultrajan, desprecian y maltratan las imágenes y representaciones de la Virgen Santísima.

 

*** PARA RECIBIR LA PROMESA DE LOS CINCOS PRIMEROS SÁBADOS ES NECESARIO, DURANTE CINCO SÁBADOS SEGUIDOS: 1) Rezar el rosario y meditar en sus misterios y 2) Confesar y comulgar con esta intención.***

 

Meditamos el rosario de hoy con pensamientos san Rafael Arnáiz Barón, religioso de la Orden Cisterciense, que, aquejado todavía novicio por una grave enfermedad, soportó con gran paciencia su maltrecha salud, confiando siempre en el Señor. Murió en el año 1938. En este tiempo de Cuaresma hagamos suya su oración: “¡Virgen María, Madre de los Dolores!, cuando mires a tu Hijo ensangrentado en el Calvario, déjame a mí que humildemente recoja tu inmenso dolor, y déjame que, aunque indigno, enjugue tus lágrimas.”

 

Señor mío Jesucristo... 

 

MISTERIOS GOZOSOS

1.- La encarnación del Hijo de Dios en las entrañas purísimas de la Virgen María..

 “Aceptar la voluntad de Dios, pero no con resignación, sino con alegría.”

“Por el alma silenciosa navegan los pensamientos de Dios; y cuanto más silencio, más paz, más serenidad y más facilidad para estar en la presencia del Señor.”

2.-La Visitación de Nuestra Señora a su prima santa Isabel.

 “No hace falta para ser grandes santos, grandes cosas. Basta el hacer grandes las cosas pequeñas... Dios me puede hacer tan santo pelando patatas que gobernando un imperio.”

3.-El nacimiento del Niño Dios en el portal de Belén

“Mira delante de Jesús lo que eres, y aprende a conocerte; así no tendrás soberbia, y en tu propia humillación aprenderás algo de humildad, que aún no sabes lo que eso es, y es necesario que lo aprendas.”

4.-La purificación de Nuestra Señora y presentación del Niño Jesús en el templo

“Bástete purificar la intención en todo momento, y en todo momento amar a Dios; hacerlo todo por amor y con amor... El hecho en sí no es nada y nada vale. Lo que vale es la manera de hacerlo.

Señor, no mires mis hechos, ni mis palabras, mira mi intención y cuando ésta no vaya bien encaminada a Ti, enderézala. No permitas, Señor mío, que sea desagradecido o pierda el tiempo.”

5.- El niño Jesús perdido y hallado en el templo

“Que vengan los sabios preguntando dónde está Dios. Dios está donde el sabio con la ciencia soberbia no puede llegar... Dios está en el corazón desprendido..., en el silencio de la oración, en el sacrificio voluntario al dolor, en el vacío del mundo y sus criaturas.”

 

MISTERIOS DOLOROSOS

1. La Oración de Jesús en el Huerto

“Dame, Señor, esa paciencia que hace de los hombres santos; dame esa paciencia que me es tan necesaria, para llevar el peso de las tribulaciones en esta vida que a veces me parece tan larga.”

2. La flagelación de Jesús atado a la columna.

“En el mundo se lloran intereses materiales, viles y deleznables... En el mundo se llora poco por Cristo. En el mundo se sufre poco por Dios.”

3. La coronación de espinas

“Solamente a los pies de tu Cruz, viéndote clavado en ella, se aprende a perdonar, se aprende humildad, caridad y mansedumbre..”

4. Nuestro Señor con la cruz a cuestas camino del Calvario

“Déjame, Señor, llorar, pero llorar de ver lo poco que puedo hacer por Ti, lo mucho que te he ofendido estando lejos de tu Cruz... Déjame llorar el olvido en que te tienen los hombres, aún los buenos...

Déjame, Señor, vivir al pie de tu Cruz... de día, de noche, en el trabajo, en el descanso, en la oración, en el estudio, en el comer, en el dormir, ..., siempre... siempre....”

5. La crucifixión y muerte del Señor

“El camino dulce de la Cruz..., es el sacrificio, la renuncia, a veces la batalla sangrienta que se resuelve en lágrimas en el calvario, o en el huerto de los Olivos; el camino, Señor, es ser el último, el enfermo, el pobre oblato trapense que a veces sufre junto a la Cruz.

Bendito Jesús, ¿qué me enseñarán los hombres, que no enseñes Tú desde la Cruz?”

 

MISTERIOS GLORIOSOS

1.-La Resurrección del Señor.

“Antes todo me llevaba a Ti,... Todo me hablaba de tu inmensa bondad, de tu grandeza; ahora también te alabo en las criaturas, Señor... pero el sol me parece pequeño..., el cielo azul es hermoso, pero no eres Tú, la belleza del mundo... es tan poquita cosa.

¡Cómo me cansan las criaturas, Señor y Dios mío! ¡Qué sinsabor más grande me cansa el tratar cosas del mundo, el hablar de negocios temporales, el escuchar noticias...! ¡Ah!, Señor, nada quisiera saber, ni escuchar... Sólo Tú, Señor, solo Tú.”

2.- La Ascensión del Señor

“Dios vive en el corazón del hombre, cuando este corazón vive desprendido de todo lo que no es Él. Tenemos tal cúmulo de atenciones, distracciones, aficiones, deseos de vanidades, presunciones; tenemos tanto mundo dentro, que Dios se aleja...”

3.- La Venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles reunidos en torno a la Virgen María

“Señor, cuánto quisiera amarte. ¡Ayúdame, Madre mía!.

He de amar la soledad, pues Dios en ella me pone.

He de obedecer a ciegas, pues Dios es el que me ordena.

He de mortificar continuamente mis sentidos.

He de tener paciencia en la vida de comunidad.

He de ejercitarme en la humildad.

He de hacer todo por Dios y por María.”

4.- La Asunción de María Santísima a los Cielos

“El alma comprende que nada en el mundo la puede llenar... La tierra es de barro, los hombres son pobres, la vida muy corta, todo es muy pequeño, frágil y caduco..., y el alma está ansiosa de verse en el cielo, mirando a la Virgen, contemplando a Dios.”

5.- La Coronación de la Virgen como Reina y Señora de todo lo Creado.

"A los pies de la Virgen lo pongo todo. Hay que querer mucho a la Virgen, hay que contárselo todo, es una verdadera madre.”

 

*Si se rezan los misterios luminosos:

MISTERIOS LUMINOSOS

1.-El Bautismo del Señor en el Jordán

“Dios no me pide más que amor humilde y espíritu de sacrificio. Dios no nos exige más que sencillez por fuera y amor por dentro.”

2.-El Milagro de las Bodas de Cana

“Busquemos la ayuda de María y nada temamos… No esperes nada de los hombres, ni aún de los más santos, pues cuanto más pongas en ellos, mayor será el desengaño algún día.”

3.- El anuncio del Reino invitando a la conversión.

“He aquí la vida de oración... No hay que poner lo que ya está, sino que hay que quitar lo que sobra. Quita de tu corazón lo que estorba y en él hallarás a Dios.”

4.-La Transfiguración del Señor

“Muchas veces no llegamos a comprender la grandiosidad que se encierra en un acto de sencillez, porque buscamos lo grande en lo complicado, buscamos la grandiosidad de las cosas en la dificultad de las mismas.”

5.- La institución de la Eucaristía

“Multitud de Sagrarios existen en la redondez de la tierra, pero solamente un Dios, que es Jesús Sacramentado. Consoladora verdad que hace estar tan unidos el monje en su Coro, el misionero en tierra de infieles, y el seglar en su parroquia. Ni hay distancias, ni hay edades..., al pie del Sagrario estamos todos cerca, Dios nos une. Pidámosle, por mediación de María, que algún día allá en el cielo podamos contemplar a ese Dios que por amor al hombre, se oculta bajo las especies de pan y vino. Así sea.”