DÍA 17.
PADRE NUESTRO, DANOS HOY NUESTRO PAN, PERDONA NUESTRAS DEUDAD, NO NOS DEJES CAER EN TENTACIÓN Y LIBRÁNOS DEL MAL. AMÉN.
MES DE OCTUBRE EN HONOR A LA SANTÍSIMA VIRGEN,
REINA DEL SANTO ROSARIO
wOraciones para comenzar todos los días:
+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Poniéndonos en la presencia de Dios, saludemos a la Virgen María con el saludo del Arcángel San Gabriel, sabiendo que al alabar a la Virgen, glorificamos a la Santísima Trinidad:
1.-Dios te Salve, María Santísima, Hija de Dios Padre, Virgen Purísima antes del parto en tus manos ponemos nuestra fe para que la ilumines, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén
2.-Dios te Salve, María Santísima, Madre de Dios Hijo, Virgen Purísima en el parto, en tus manos ponemos nuestra esperanza para que la alientes, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén
3.-Dios te Salve, María Santísima, esposa de Dios Espíritu Santo, Virgen Purísima después del parto, en tus manos ponemos nuestra caridad para que la inflames, nuestros dones y carismas para que los perfecciones y todas nuestras necesidades para que las remedies, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén
4.-Dios te Salve, María Santísima, Templo, Trono y Sagrario de la Santísima Trinidad, Virgen concebida sin la culpa Original. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.
w Consideración diaria.
DÍA 17.
PADRE NUESTRO, DANOS HOY NUESTRO PAN, PERDONA NUESTRAS DEUDAD, NO NOS DEJES CAER EN TENTACIÓN Y LIBRÁNOS DEL MAL. AMÉN.
Del libro “El secreto admirable del Rosario”
de San Luis María Grignion de Montfort
"Danos
hoy nuestro pan de cada día." Jesucristo nos enseña a pedir a Dios cuanto
necesitamos para la vida del cuerpo y la del alma. Por estas palabras de la
oración dominical confesamos humildemente nuestra miseria y rendimos homenaje a
la Providencia, declarando que creemos y queremos obtener de su bondad todos
los bienes temporales. Bajo el nombre de pan pedimos lo que es indispensable
para la vida, excluyendo lo superfluo. Este pan lo pedimos hoy, es decir, que
limitamos al día nuestras solicitudes, confiando a la Providencia el mañana. Pedimos
el pan de cada día, confesando así nuestras necesidades que siempre renacen y
mostrando la continua dependencia en que estamos de la protección y socorro de
Dios.
"Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos
ofenden." Nuestros pecados -dicen San Agustín y Tertuliano- son deudas que
contraemos con Dios, y su justicia exige el pago hasta el último céntimo. Por
tanto tenemos todas esas tristes deudas. A pesar del número de nuestras
iniquidades, acerquémonos a Él confiadamente y digámosle con verdadero
arrepentimiento: Padre nuestro, que estás en el cielo, perdónanos los pecados
de nuestro corazón y de nuestra boca, los pecados de acción y de omisión que
nos hacen infinitamente culpables a los ojos de vuestra justicia; porque, como
hijos de un padre clemente y misericordioso, perdonamos por obediencia y por
caridad a nuestros ofensores.
Y "no permitas que", por infidelidad a vuestras gracias, "sucumbamos a las tentaciones" del mundo, del demonio y de la carne. Y "líbranos del mal", que es el pecado, del mal de la pena temporal y de la pena eterna que hemos merecido.
"¡Amén!" Palabra de gran consuelo que es, dice San Jerónimo, como el sello que Dios pone al fin de nuestras súplicas para asegurarnos de que nos ha escuchado, como si Él mismo nos respondiese:
¡Amén! Sea como pedís, ciertamente lo habéis conseguido, pues tal es el significado de la palabra ¡Amén!
wOración para terminar todos los días:
Infinitas gracias te damos, Soberana princesa, por los beneficios que todos los días recibimos de tus liberales manos. Dígnate, ahora y siempre, tomarnos bajo tu poderoso amparo. Y para más obligarte a ello, te saludamos diciendo:
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
***
Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles Custodios, rogad por nosotros.
Todos los santos y santas de Dios, rogad por nosotros.
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¡Querido hermano, no dejes de honrar en este día a la Santísima Virgen con el rezo del santo Rosario! Si te ha gustado esta meditación, compártelo con tus familiares y amigos.
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Ave María Purísima, sin pecado concebida.
Para rezar el rosario
Misterios gozosos (lunes y jueves) https://youtu.be/CAgyK7cQ3zQ
Misterios dolorosos (martes y viernes) https://youtu.be/94aYZr6Rbqo
Misterios gloriosos (miércoles, sábado y domingo) https://youtu.be/2kIWhrSCwKQ
Si se rezan los luminosos, se hacen los jueves: https://youtu.be/1kh4RWLIYBc