DÍA 11.
UN CORAZÓN RODEADO DE ESPINAS
MES DE AGOSTO EN HONOR
AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA
wOraciones para comenzar todos los días:
+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Con el Ángel de la Paz que enseñó a los tres pastorcitos de Fátima-Lucía, Francisco y Jacinta- a rezar para desagraviar los Corazones de Jesús y de María, decimos:
Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo.
Os pido perdón por los que no creen, no adoran,
no esperan y no os aman. (3 veces)
***
Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo,
Os adoro profundamente y Os ofrezco
el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma
y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo,
presente en todos los sagrarios de la tierra,
en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias
con que Él mismo es ofendido
y por los méritos infinitos de su Sacratísimo Corazón
y del Corazón Inmaculado de María,
os pido la conversión de los pobres pecadores. Amén.
w Consideración diaria.
DÍA 11.
UN CORAZÓN RODEADO DE ESPINAS
El Corazón que la Virgen sostiene en su mano está herido, rodeado de espinas. Al querer dársenos y al querer amarnos, la Virgen María expone su Corazón al sufrimiento, a ser clavado y maltratado por nuestros pecados, blasfemias e ingratitudes. La espada anunciada por el anciano Simeón que atravesó su alma en la pasión se ha convertido en corona de espinas. Nosotros que deberíamos amarla, somos los que la ofendemos. Su gesto viene a pedir consuelo. Ella que es consuelo de afligidos ruega que nosotros tengamos compasión de su Corazón y le mostremos nuestro amor y reparemos las ofensas a su Corazón.
La reparación al Inmaculado Corazón de María no es un conjunto de oraciones o prácticas piadosas. La reparación exige de nosotros:
En primer lugar, vivir nuestra condición de hijos de Dios conforme a nuestras promesas bautismales detestando el pecado y viviendo santamente.
En segundo lugar, conocer, amar e imitar este Corazón Inmaculado que es modelo y estímulo para que nuestro corazón sea semejante al Corazón de Jesús.
En tercer lugar, satisfacer y ofrecer sacrificios para reparar con amor tanto desamor.
"¿Queréis ofreceros a Dios para soportar todos los sufrimientos que Él quisiera enviaros como reparación de los pecados con que es ofendido y de súplica por la conversión de los pecadores?" preguntó la Virgen a los tres niños en su primera aparición en Fátima el 13 de mayo de 1917. -Sí, queremos- respondieron ellos. A lo que nuestra Señora añadió: "Tendréis, pues, mucho que sufrir, pero la gracia de Dios os fortalecerá".
wOraciones para terminar todos los días:
Terminemos nuestra oración, haciendo un acto de reparación al Inmaculado Corazón de María:
· En reparación por las blasfemias y ultrajes que se cometen contra la Inmaculada Concepción de María. (Avemaría)
· En reparación por las blasfemias y ultrajes que se cometen contra la Virginidad perpetua de Nuestra Señora. (Avemaría)
· En reparación por las blasfemias y ultrajes que se cometen contra la maternidad divina de María, rechazando al mismo tiempo recibirla como Madre de los hombres. (Avemaría)
· En reparación por aquellos que infunden en los niños y en los jóvenes el desprecio hacia la Virgen Inmaculada. (Avemaría)
· En reparación por aquellos que ultrajan, desprecian y maltratan las imágenes y representaciones de la Virgen Santísima. (Avemaría)
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CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN
de San Antonio María Claret
¡Oh, María! Madre de Dios y Madre nuestra, a Vos acudimos para consagrarnos a vuestro Inmaculado Corazón para que reines en nuestros corazones y en nuestra familia y nos ponemos bajo tu protección maternal.
Os consagramos nuestros cuerpos y nuestras almas, nuestra familia, nuestro hogar; todo cuanto somos y tenemos. Y para que esta consagración sea eficaz y verdadera, renovamos a vuestros pies las promesas que en nuestro nombre hicieron nuestros padres en el bautismo.
Renunciamos a las seducciones del mundo, enemigo de Dios y nuestro; sus criterios de riquezas, honores y placeres; sus escándalos y pecados. Renunciamos a nuestras malas pasiones y a las intrigas del demonio.
Y nos comprometemos a conservar nuestra fe, santificar nuestras costumbres y seguir los dictados del Magisterio de la Santa Iglesia Católica fundada por Nuestro Señor Jesucristo y frecuentar los Santos Sacramentos. Amén.
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Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.
Inmaculado Corazón de María, sed la salvación mía.
Glorioso Patriarca san José, ruega por nosotros.
Santos Ángeles custodios, rogad por nosotros.
Todos los santos de Dios, rogad por nosotros.
Ave María Purísima, sin pecado concebida.