domingo, 17 de octubre de 2021

AMOR A LA CRUZ (2) MES DEL ROSARIO. DÍA 18

MES DEL ROSARIO

 

Postrados ante una imagen de la Santísima Virgen (si es posible de Nuestra Señora del Rosario) se dirá:

Por la señal...

 

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, por ser Vos quien sois, bondad infinita, me pesa de haberos ofendido y propongo con vuestra gracia no pecar más; lo que espero mee concederéis por vuestra pasión y muerte, para perseverar en vuestro servicio hasta alabaros en el cielo. Amén

 

Se lee y medita la reflexión de cada día.

 

Día 18

La Cruz a cuestas

AMOR A LA CRUZ

La Santísima Virgen seguía lo más cerca posible a su amado Hijo y le seguía llevando en su corazón las disposiciones que hemos de tener para que nuestra cruz sea meritoria.

En medio de su amargura, la divina Señora veía a su Hijo que abrazaba la cruz, gloriándose en ella, porque con ella daba gloria al Padre celestial y así la aceptaba con resignación y entera conformidad. Nuestro Salvador fue consolado con el favor de la piadosa Verónica que, sin temor a nada, se llegó hasta É1 limpiándole el rostro, recompensando tan heroica prueba de amor compasivo, con la impresión de su divina imagen en el lienzo con que la limpió.

¡Cuánto agradecería la desolada Madre este rasgo de generoso valor y las lágrimas con que las piadosas mujeres de Jerusalén se dolían al ver tan ultrajado a su inocente Hijo!

Cuando el sufrimiento es intenso, el que sufre, reconcentrado en su dolor, no se muestra sensible a las desgracias ajenas; pero no así Nuestro Salvador. Atento al bien de los que le rodean, se apresura a enseñar a las piadosas mujeres que deben derramar sus lágrimas por sus pecados y por los de sus hijos, pues si Él, inocente, es así tratado por haber tomado sobre sí los pecados ajenos, ¿qué será .de los culpables y pecadores cuando sean juzgados por la Divina Justicia?

¡Cuánto debemos aborrecer el pecado!

Considerando cada una de las sublimes lecciones que el Señor nos da en su Pasión, sacaremos gran provecho y así pensemos que en sus tres caídas nos enseña. que hemos de vigilar mucho y huir de las ocasiones de pecar, para no recaer en las faltas que nos hemos propuesto enmendar, y, por el contrario, alienta a las almas timoratas para que no se aflijan si involuntariamente caen en defectos de los que quisieran verse libres.

La Virgen Santísima nos alcanzará gracia para que, a ejemplo suyo, sigamos muy de cerca a nuestro buen Maestro para que amemos la Cruz, por sernos necesaria para nuestra salvación y porque, santificada por precedernos en el camino de la Cruz este divino Salvador, la llevemos con generosidad y resignados digamos en todos los momentos de nuestra vida.

Tomemos la Cruz Santa que Dios nos ha mandado; Toquémosla a la Suya que es Cruz toda de amor. Llevémosla contentos mirando al cielo siempre. Al Dios-Hombre, imitando, siguiendo en pos de Él.

 

PRÁCTICA

Pensemos a los pies de La Santísima Virgen cuál es nuestra cruz y resolvámonos a llevarla con amor.

 

PETICIÓN

Jaculatoria. Oh, Madre de Jesús pacientísimo, ruega por nosotros.

Bendita sea tu pureza...