ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS
DÍAS:
A
ti, Jesús, que vives y reinas con Dios Padre y el Espíritu Santo, elevamos este
acto de fe, de esperanza, adoración y caridad porque en tu Sagrado Corazón
reconocemos la manifestación plena de tu amor por nosotros. Acepta también
nuestro deseo de reparar tu Corazón por tantas ofensas e indiferencias.
Con
el Ángel de la Paz y todos los coros de los ángeles, con los santos Francisco y
Jacinta Marto y todos los santos, unidos a tantas almas que te han amado
dignamente, decimos:
Dios mío, yo creo, adoro, espero
y os amo.
Os pido perdón por los que no
creen, no adoran, no esperan y no os aman. (tres veces)
Jesús,
manso y humilde de corazón,
R/. Haz nuestro corazón semejante al tuyo.
27. LA ORACIÓN ES EL VÍNCULO DE LA HUMANIDAD ENTERA
De los escritos del beato Juan Bautista Scalabrini, obispo italiano
La oración hace al hombre superior a sí mismo, lo
transfigura, lo sublima, lo diviniza. La oración es el vínculo de la humanidad
entera. Sean igualmente inmensas las distancias, insuperables hasta que se
quiera las barreras que nos separan los unos de los otros, ella a todos acerca,
todo reúne. Es la oración que estrecha a los vivientes entre ellos y los
vivientes con los difuntos, que une a la familia de la tierra con la familia
del cielo, que forma entre la
Iglesia militante, purgante y
triunfante ese flujo y reflujo de súplicas y de intercesiones que la teología
llama Comunión de los Santos. Más allá de cualquier obstáculo ella, la oración,
establece como una corriente eléctrica que va de hermanos a hermanos y pasando
por el corazón de Dios, centro y hogar del amor, forma, se puede decir, con
todos los corazones un solo corazón, con todas las familias una sola familia.
PARA FINALIZAR:
Todos
juntos recitamos el acto de reparación enseñando por el ángel a los pastorcitos
de Fátima:
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
os adoro profundamente
y os ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma
y Divinidad
de Nuestro Señor Jesucristo,
presente en todos los sagrarios de la tierra,
en reparación de los ultrajes, sacrilegios e
indiferencias
con que El mismo es ofendido.
Y por los méritos infinitos de su Sacratísimo
Corazón
y del Corazón Inmaculado de María,
os pido la conversión de los pobres pecadores.
Sagrado
Corazón de Jesús, R/. En vos confío.
Inmaculado
Corazón de María, R/. Sed la salvación mía.
Ave María Purísima, R/. Sin
pecado concebida.