ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS
DÍAS:
A
ti, Jesús, que vives y reinas con Dios Padre y el Espíritu Santo, elevamos este
acto de fe, de esperanza, adoración y caridad porque en tu Sagrado Corazón
reconocemos la manifestación plena de tu amor por nosotros. Acepta también
nuestro deseo de reparar tu Corazón por tantas ofensas e indiferencias.
Con
el Ángel de la Paz y todos los coros de los ángeles, con los santos Francisco y
Jacinta Marto y todos los santos, unidos a tantas almas que te han amado
dignamente, decimos:
Dios mío, yo creo, adoro, espero
y os amo.
Os pido perdón por los que no
creen, no adoran, no esperan y no os aman. (tres veces)
Jesús,
manso y humilde de corazón,
R/. Haz nuestro corazón semejante al tuyo.
26. LA ORACIÓN ES DIOS INFUNDIDO EN NUESTRO CORAZÓN
De los escritos del beato Juan Bautista Scalabrini, obispo italiano
La oración es sin duda la acción más noble y más
gloriosa que el hombre pueda ejercitar en este mundo y nos confiere una
grandeza del todo soberana. No sólo ella nos pone en íntima relación con todo
lo que hay de verdadero, de bello, de santo en el cielo y sobre la tierra, sino
que nos hace también partícipes de la amistad de Dios, de sus más tiernas
efusiones, de sus más íntimas confidencias. La oración es Dios que desciende al
ser invocado: Dios derramado, infundido en nuestro corazón, según la hermosa
expresión de San Agustín: Dios, nuestro Creador, nuestro Padre, nuestro
Redentor, nuestro amigo, nuestro hermano, que nos mira y nos escucha, que
sonríe benévolo a nuestros homenajes y a nuestros afectos.
PARA FINALIZAR:
Todos
juntos recitamos el acto de reparación enseñando por el ángel a los pastorcitos
de Fátima:
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
os adoro profundamente
y os ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma
y Divinidad
de Nuestro Señor Jesucristo,
presente en todos los sagrarios de la tierra,
en reparación de los ultrajes, sacrilegios e
indiferencias
con que El mismo es ofendido.
Y por los méritos infinitos de su Sacratísimo
Corazón
y del Corazón Inmaculado de María,
os pido la conversión de los pobres pecadores.
Sagrado
Corazón de Jesús, R/. En vos confío.
Inmaculado
Corazón de María, R/. Sed la salvación mía.
Ave María Purísima, R/. Sin
pecado concebida.