NOVENA A SAN JOSÉ
CON SAN ALFONSO MARÍA DE LIGORIO
INVOCACIONES PARA COMENZAR TODOS LOS DÍAS
Eterno Padre, por el amor que tienes a san José escogido por ti entre todos para representarte en la tierra, ten piedad de nosotros. Gloria Patri.
Eterno Hijo, por el amor que tienes a san José, tu fiel custodio en la tierra, ten piedad de nosotros. Gloria Patri.
Eterno Espíritu Santo, por el amor que tienes a san José, custodio de la Virgen María, tu dilectísima esposa, ten piedad de nosotros. Gloria Patri
TERCER DÍA. Según San Juan Damasceno, el Señor dio a San José, con el fin de falicitarle su cargo cerca de Jesús, las tres principales cualidades de un excelente padre, esto es: el amor, la vigilancia y la autoridad. Diole la autoridad de padre para que el Hijo de Dios le obedeciese en todas las cosas; la solicitud y vigilancia de padre, a fin de que le asistiese y custodiase con todo cuidado tan precioso tesoro; y, finalmente, le dio el afecto de un tiernísimo padre.
¡Oh, Santo Patriarca! Vos, que tanto deseáis ver amado a Jesús, alcanzadme un ardiente amor para con este Redentor divino. Pídase la gracia que se desea alcanzar en esta novena.
Jaculatoria.— Protegednos, bendito Patriarca, con paternal amor.
Padrenuestro, avemaría y gloria
PARA FINALIZAR CADA DÍA, SE RECITA LA SIGUIENTE ORACIÓN.
Acordaos, purísimo Esposo de la Santísima Virgen María, dulce protector mío San José, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección y reclamando vuestro auxilio, haya quedado sin consuelo. Con esta confianza vengo a vuestra presencia y me encomiendo fervorosamente a Vos. No despreciéis mi súplica, ¡Oh Padre adoptivo del Redentor!, antes bien, acogedla benignamente. Amén