Oh cruz santísima, transfórmanos en ti a todos. Las raíces profundicen en los pies, las ramas en los brazos, la cima en la cabeza. Y con el fin de que nosotros seamos todos cruz, clava los pies para que estén fijos en ti, ata las manos para que no obren sino por ti, ábrenos el costado, hiérenos el pecho y tócanos el corazón con tu amor. Haz que tengamos sed de ti, como Cristo tuvo sed de nosotros en ti.