Santo Rosario.
Por la señal...
Monición inicial: Se
recuerda hoy a San Pedro de Alcántara, sacerdote franciscano, que adornado con
el don de consejo y de vida penitente y austera, reformó la disciplina regular
en los conventos de la Orden en España, siendo consejero de santa Teresa de
Jesús en su obra reformadora de la Orden de los Carmelitas (1562). Con algunos
textos de su Tratado de la oración
meditamos el rosario de hoy.
Señor
mío Jesucristo…
MISTERIOS GOZOSOS
1.- La encarnación del Hijo de Dios en las entrañas
purísimas de la Virgen María.
“Si
me preguntas por qué medios se alcanza ese poderoso y tan notable afecto de
devoción, a esto responde el mismo santo doctor diciendo: que por la meditación
y contemplación de las cosas divinas; porque de la profunda meditación y
consideración de ellas redunda este afecto y sentimiento acá en la voluntad,
que llamamos devoción, el cual nos incita y mueve a todo bien. Y por eso es tan
alabado y encomendado este santo y religioso ejercicio de todos los santos;
porque es medio para alcanzar la devoción, la cual, aunque no es más que una
sola virtud, nos habilita y mueve a todas las otras virtudes, y es como un
estímulo general para todas ellas..”
2.-La Visitación de Nuestra Señora a su prima santa
Isabel.
“Primeramente
pidamos con gran afecto de caridad y con celo de la honra de Nuestro Señor, que
todas las gentes y naciones del mundo le conozcan, alaben y adoren como a su
único, verdadero Dios y Señor, diciendo de lo íntimo de nuestro corazón
aquellas palabras del Profeta (Ps.66,4-6): Confiésente los pueblos, Señor;
confiésente los pueblos.”
3.-El nacimiento del Niño Dios en el portal de Belén
“Necesario
es con longanimidad y perseverancia esperar la venida del Señor, porque a la
gloria de Su Majestad y a la bajeza de nuestra condición y a la grandeza del
negocio que tratamos pertenece que estemos muchas veces elperando y aguardando
a las puertas de su palacio sagrado. Pues cuando de esta manera hayas aguardado
un poco de tiempo, si el Señor viniere, dale gracias por su venida; y si te
pareciere que no viene, humíllate delante de Él, y conoce que no mereces lo que
no te dieron, y conténtate con haber allí hecho sacrificio de ti mismo y negado
tu propia voluntad y crucificado tu apetito y luchado con el demonio y contigo
mismo, y hecho a lo menos eso que era de tu parte. Y si no adoraste al Señor
con la adoración sensible que deseabas, basta que lo adoraste en espíritu y en
verdad, como Él quiere ser adorado (Io.4,23). Y créeme, cierto, que éste es el
caso más peligroso de esta navegación y el lugar donde se prueban los
verdaderos devotos, y que si de éste sales bien, en todo lo demás te irá
prósperamente..”
4.-La purificación de Nuestra Señora y presentación del
Niño Jesús en el templo
" Si quieres sufrir con
paciencia las adversidades y miserias de esta vida, seas hombre de oración. Si
quieres alcanzar virtud y fortaleza para vencer las tentaciones del enemigo,
seas hombre de oración. Si quieres mortificar tu propia voluntad con todas sus
aficiones y apetitos, seas hombre de oración. Si quieres conocer las astucias
de Satanás, y defenderte de sus engaños, seas hombres de oración. Si quieres vivir
alegremente y caminar con suavidad por el camino de la penitencia y del
trabajo, seas hombre de oración. Si quieres ojear de tu ánima las moscas
importunas de los vanos pensamientos y cuidados, seas hombre de oración. Si la
quieres sustentar con la grosura de la devoción y traerla siempre llena de
buenos pensamientos y deseos, seas hombre de oración. Si quieres fortalecer y
confirmar tu corazón en el camino de Dios, seas hombre de oración. Finalmente,
si quieres desarraigar de tu ánima todos los vicios y plantar en su lugar las
virtudes, seas hombre de oración; porque en ella se recibe la unción y gracia
del Espíritu Santo, la cual enseña todas las cosas. Y demás de esto, si quieres
subir a la alteza de la contemplación y gozar de los dulces abrazos del Esposo,
ejercítate en la oración, porque éste es el camino por donde sube el ánima a la
contemplación y gusto de las cosas celestiales."
5.- El niño Jesús perdido y hallado en el templo
“¡Oh
Dios de mis entrañas! ¿Por qué no te das al pobre? ¡Hinches los cielos y la
tierra, y mi corazón dejas vacío! Pues vistes los lirios del campo, y guisas de
comer a .las avecillas y mantienes los gusanos, ¿por qué te olvidas de mí, pues
a todos olvido por ti? ¡Tarde te conocí, bondad infinita! ¡Tarde te amé,
hermosura tan antigua y tan nueva! ¡Triste del tiempo que no te amé! ¡Triste de
mí, pues no te conocía! ¡Ciego de mí, que no te veía! ¡Estabas dentro de mí, y
yo andaba a buscarte por de fuera! Pues aunque te hallé tarde, no permitas, Señor,
por tu divina clemencia, que jamás te deje.”