SIN ORACIÓN SOMOS
PARALÍTICOS
Las almas que no tienen oración son como
un cuerpo con perlesía o tullido, que aunque tiene pies y manos no los puede
mandar; que así son, que hay almas tan enfermas y mostradas a estarse en cosas
exteriores, que no hay remedio ni parece que pueden entrar dentro de sí; porque
ya la costumbre la tiene tal de haber siempre tratado con las sabandijas y
bestias que están en el cerco del castillo, que ya casi está hecha como ellas,
y con ser de natural tan rica y poder tener su conversación no menos que con
Dios, no hay remedio.
Y si estas almas no procuran
entender y remediar su gran miseria, quedarse han hechas estatuas de sal por no
volver la cabeza hacia sí, así como lo quedó la mujer de Lot por volverla. I Mo
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