UN DÍA DE LA ASUNCIÓN...
Un
día de la
Asunción de la
Reina de los
Angeles y Señora nuestra, en un arrobamiento se me representó su subida al
cielo, y la alegría y solemnidad con que fue recibida y el lugar donde está. Yo
no sabría decir cómo me ocurrió. Fue grandísima la gloria que recibió mi
espíritu, viendo tanta gloria. Quedé con grandes frutos y me movió a desear más
sufrir mucho y servir a esta Señora, que tanto se lo merece (V 39, 26).