AMOR FUERTE DE DIOS
¡Oh, amor fuerte de Dios, que cree que no
hay cosa imposible a quien ama! ¡Oh, dichosa alma que ha llegado a alcanzar
esta paz de su Dios, que esté tan por encima de los trabajos y peligros del
mundo, que no le impidan servir a tan buen Esposo y Señor...! (Mdt C 3, 5).