A TI, VERDADERAMENTE MADRE DE DIOS, TE EXALTAMOS. San Juan Crisóstomo
Es digno en verdad celebrarte, oh Madre de Dios, Bienaventurada y purísima y Madre de nuestro Dios. Tú, más venerable que
los querubines e incomparablemente más gloriosa que los Serafines, Quien sin mancha engendraste a Dios el Verbo, a Ti, verdaderamente Madre
de Dios, te exaltamos.