▼
sábado, 31 de diciembre de 2016
viernes, 30 de diciembre de 2016
Reportaje fotográfico de la Vigilia de Navidad y Kalenda de Navidad (2016)
Reportaje fotográfico de la Vigilia de Navidad y Kalenda de Navidad (2016) by IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO (ESPAÑA) on Scribd
Nuestro agradecimiento por las Fotografías y Presentación a Dña. Marisol Carmena
EL ROSARIO DE HOY CON EL BEATO LUIS BOCCARDO
Santo Rosario.
Por la señal...
Monición
inicial: Se
hace hoy memoria del beato Luis Boccardo, sacerdote de Turín y fundador de las
Hijas de Jesús Rey y promotor de un santuario a la realeza del Señor. Se
caracterizó por su amor al sacerdocio y la atención a los discapacitados. Murió
en Turín, tal día como hoy del año 1936.
Con
algunos de sus pensamientos meditamos el rosario de hoy.
Señor
mío Jesucristo…
MISTERIOS DOLOROSOS
1. La Oración
de Jesús en el Huerto
“Los
dolores, la angustia de María en la pasión de Jesús son
tantos y tan graves que su desolación es grande como el mar.”
2. La flagelación
de Jesús atado a la columna.
“Las
pequeñas tribulaciones cotidianas nos sirven para purificar nuestra alma de los
defectos y faltas, y así pagar nuestra deuda con Dios.”
3. La
coronación de espinas
“No
podemos vivir sin tribulaciones y contrariedades… La paciencia nos hace señores
de nosotros mismos.”
4. Nuestro
Señor con la cruz a cuestas camino del Calvario
“Con
Jesús en nuestro corazón se llevan con mucha fuerza y amor todos los trabajos.”
5. La
crucifixión y muerte del Señor
“Yo
contemplo con fe al Crucificado y en las heridas de Jesús leemos el infinito
amor de Dios por nosotros… y ninguna dificultad puede abatirme.”
PALABRA DE DIOS Y EUCARISTÍA Reflexión diaria acerca de la Palabra de Dios.
PALABRA DE DIOS Y
EUCARISTÍA
Reflexión diaria acerca de
la Palabra de Dios.
Lo que se afirma genéricamente de la relación entre
Palabra y sacramentos, se ahonda cuando nos referimos a la celebración
eucarística.
El discurso sobre el pan de vida se refiere al don de
Dios que Moisés obtuvo para su pueblo con el maná en el desierto y que, en
realidad, es la Torá, la Palabra de Dios que da vida (cf. Sal
119; Pr 9,5). Jesús lleva a cumplimiento en sí mismo la antigua figura:
«El pan de Dios es el que baja del cielo y da la vida al mundo... Yo soy el pan
de vida» (Jn 6,33-35). Aquí, «la Ley se ha hecho Persona. En el
encuentro con Jesús nos alimentamos, por así decirlo, del Dios vivo, comemos
realmente el “pan del cielo”».
El Prólogo de Juan se profundiza en el discurso de
Cafarnaúm: si en el primero el Logos de Dios se hace carne, en el
segundo es «pan» para la vida del mundo (cf. Jn 6,51), haciendo
alusión de este modo a la entrega que Jesús hará de sí mismo en el misterio de
la cruz, confirmada por la afirmación sobre su sangre que se da a «beber»
(cf. Jn 6,53). De este modo, en el misterio de la Eucaristía se muestra
cuál es el verdadero maná, el auténtico pan del cielo: es el Logos de
Dios que se ha hecho carne, que se ha entregado a sí mismo por nosotros en el
misterio pascual.
El relato de Lucas sobre los discípulos de Emaús: La
presencia de Jesús, primero con las palabras y después con el gesto de partir
el pan, hizo posible que los discípulos lo reconocieran, y que pudieran revivir
de un modo nuevo lo que antes habían experimentado con él: «¿No ardía nuestro
corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?»
(24,32).
Conviene tener siempre en cuenta que la Palabra de
Dios leída y anunciada por la Iglesia en la liturgia conduce, por decirlo así,
al sacrificio de la alianza y al banquete de la gracia, es decir, a la
Eucaristía, como a su fin propio».
La Palabra de Dios se hace sacramentalmente carne en
el acontecimiento eucarístico. La Eucaristía nos ayuda a entender la Sagrada
Escritura, así como la Sagrada Escritura, a su vez, ilumina y explica el
misterio eucarístico. En efecto, sin el reconocimiento de la presencia real del
Señor en la Eucaristía, la comprensión de la Escritura queda incompleta.
Cfr.
Verbum Domini 55
jueves, 29 de diciembre de 2016
ROSARIO DE NAVIDAD
Santo Rosario.
Por la señal...
Señor mío Jesucristo…
MISTERIOS
LUMINOSOS
1.-El Bautismo del Señor en el Jordan
Divino
Niño Jesús, Palabra Eterna del Padre, que has querido ser contado entre los
pecadores, acuérdate de todos los bautizados para que vivan conforme a su
condición de hijos de Dios y ten misericordia de nosotros.
2.-El Milagro de las Bodas de Cana
Divino
Niño Jesús, Palabra Eterna del Padre, que con tu encarnación te uniste a nuestra
naturaleza humana para hacernos partícipes de tu condición divina, líbranos del
dominio del hombre viejo y transforma nuestra agua en vino y ten misericordia
de nosotros.
3.- El anuncio del Reino invitando a la
conversión.
Divino
Niño Jesús, Palabra Eterna del Padre, que nos llamas a la conversión, danos el
verdadero dolor de nuestros pecados y
ten misericordia de nosotros.
4.-La Transfiguración del Señor
Divino
Niño Jesús, Palabra Eterna del Padre, que en el monte Tabor mostraste tu
belleza resplandeciente, haz brillar la
luz de tu verdad y ten misericordia de nosotros.
5.- La institución de la Eucaristía
Divino
Niño Jesús, Palabra Eterna del Padre, que te hiciste carne para ser pan de
nuestro alimento, haz que te recibamos con mayor fervor y conciencia y ten
misericordia de nosotros.
LA LITURGIA, LUGAR PRIVILEGIADO DE LA PALABRA DE DIOS Reflexión diaria acerca de la Palabra de Dios.
LA LITURGIA, LUGAR PRIVILEGIADO DE LA PALABRA DE DIOS
Reflexión diaria acerca de
la Palabra de Dios.
Al considerar la Iglesia como «casa de la Palabra»,se
ha de prestar atención ante todo a la sagrada liturgia como ámbito privilegiado
en el que Dios nos habla en nuestra vida, habla hoy a su pueblo, que escucha y
responde. Todo acto litúrgico está por su naturaleza empapado de la Sagrada
Escritura:
-
de ella se toman las lecturas que se explican en la
homilía, y los salmos que se cantan;
- las preces,
oraciones y cantos litúrgicos están impregnados de su aliento y su inspiración;
- de ella reciben
su significado las acciones y los signos.
-
Cristo mismo
«está presente en su palabra, pues es Él mismo el que habla cuando se lee en la
Iglesia la Sagrada Escritura».
La celebración litúrgica se convierte en una continua,
plena y eficaz exposición de esta Palabra de Dios. Así, la Palabra de Dios,
expuesta continuamente en la liturgia, es siempre viva y eficaz por el poder
del Espíritu Santo, y manifiesta el amor operante del Padre, amor indeficiente
en su eficacia para con los hombres».
Gracias precisamente al Paráclito, «la Palabra de Dios
se convierte en fundamento de la acción litúrgica, norma y ayuda de toda la
vida. Por consiguiente, la acción del Espíritu... va recordando, en el corazón
de cada uno, aquellas cosas que, en la proclamación de la Palabra de Dios, son
leídas para toda la asamblea de los fieles, y, consolidando la unidad de todos,
fomenta asimismo la diversidad de carismas y proporciona la multiplicidad de
actuaciones».
La hermenéutica de la fe respecto a la Sagrada
Escritura debe tener siempre como punto de referencia la liturgia, en la que se
celebra la Palabra de Dios como palabra actual y viva.
Aquí se muestra también la sabia pedagogía de la Iglesia,
que proclama y escucha la Sagrada Escritura siguiendo el ritmo del año
litúrgico: al conmemorar así los misterios de la redención, abre la riqueza de
las virtudes y de los méritos de su Señor, de modo que se los hace presentes en
cierto modo a los fieles durante todo tiempo para que los alcancen y se llenen
de la gracia de la salvación».
Cfr.
Verbum Domini 52